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Neurociencia

Cerebros parcialmente revividos

Los cerebros que recibieron nutrientes y oxígeno preservaron más células que los tratados con solución inerte (izq.)

Stefano G. Daniele & Zvonimir Vrselja/ Sestan Laboratory/ Yale School of Medicine

En el marco de un experimento que remite a la novela de Frankenstein, de la escritora inglesa Maery Shelley (1797-1851), científicos de la Universidad Yale, en Estados Unidos revivieron parcialmente el cerebro de cerdos cuatro horas después de que esos animales fueran sacrificados para el consumo humano. Un equipo del neurocientífico Nenad Sestan restauró la circulación en el cerebro y recuperó algunas funciones de sus células al bombear, a un ritmo similar al del corazón y a la temperatura corporal, un líquido rebosante de oxígeno, nutrientes y compuestos protectores de células hacia el interior de las arterias cerebrales. Durante las seis horas que permanecieron conectados a la máquina, los cerebros volvieron a consumir oxígeno y energía (glucosa). También se restauró el intercambio de información entre las células a nivel local y se conservó la arquitectura celular. Se registró menor inflamación y muerte celular que en los cerebros tratados con una solución inerte (Nature, 17 de abril). Según los científicos, el cerebro del primer grupo de animales se comportó como si a nivel celular y molecular estuviera casi vivo. No obstante, los científicos no detectaron en ningún momento actividad eléctrica global organizada, necesaria para las funciones complejas tales como la atención, percepción y conciencia, características del funcionamiento pleno del cerebro. El estudio pudo generar un modelo tridimensional y sofisticado para estudiar enfermedades neurológicas y testear tratamientos. También abrió un debate ético al respecto de los límites de la vida y la muerte.

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