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Trayectorias

Científicos en el escaparate

Los análisis de mercado pueden ayudar a los investigadores a elaborar buenos currículos académicos con miras a expandir las posibilidades de insertarse en grupos

Rômolo d’Hipólito

Las estrategias de análisis de mercado pueden tener un gran valor para los científicos interesados en avanzar en sus carreras, aumentar la visibilidad de sus investigaciones y expandir sus alianzas y los apoyos en sus estudios. Esta es una de las conclusiones del geólogo Peter Fiske, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Estados Unidos. En un artículo recientemente publicado en la revista Nature, Fiske explica de qué manera los científicos pueden utilizar esas estrategias para elaborar un currículo más adecuado e insertarse con mayor facilidad en el mercado de trabajo académico.

El primer paso consiste en listar habilidades, experiencias e intereses, para luego mapear las áreas en las cuales sus perfiles cobran más valor. Por su carácter reflexivo, este ejercicio, según Fiske, puede contribuir al desarrollo de una visión más amplia acerca de los desafíos de la propia área de conocimiento.

Él también recuerda que muchas agencias de fomento suelen publicar informes sobre áreas prioritarias de investigación antes de emitir sus convocatorias a la presentación de propuestas. Por ende, resulta más que recomendable que los científicos examinen esos documentos y verifiquen si sus ideas se encuentran alineadas con los intereses de la institución, y si sus proyectos están sintonizados con las demandas que se plantean en los pliegos. “Los científicos tienden a esperar la publicación de los anuncios de las convocatorias para enviar sus currículos o sus proyectos de investigación, con la expectativa de que sus experiencias sean analizadas pormenorizadamente”, sostuvo.

Esto fue lo que constató el profesor Carlos Eduardo Vergani, de la Facultad de Odontología de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en su campus de localidad de Araraquara. Vergani es uno de los responsables del proceso de selección de postulantes para la realización de pasantías posdoctorales en el Centro de Desarrollo de Materiales Funcionales, uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) de la FAPESP, y recientemente se valió del portal ResearchGate para dar a conocer una oportunidad de trabajo. “Recibimos 45 currículos, 21 de ellos de investigadores del exterior”, dice.

La vacante formaba parte de un proyecto de investigación cuyo objetivo consiste en evaluar la respuesta fisiológica de las bacterias Staphylococcus aureus y Streptococcus sanguis al wolframato de plata, un compuesto químico con propiedades antimicrobianas. “Necesitábamos a alguien con experiencia en la técnica de citometría de flujo y microbiología”, explica Vergani. Tan solo 11 postulantes contaban con dicha experiencia. “Todos estaban calificados, pero muchos ignoraron ese requisito previo”, dice. “Dada la complejidad de la investigación y la especificidad de la vacante, los que no poseían el conocimiento requerido fueron excluidos del proceso de selección.”

Al igual que Fiske, Vergani recomienda que antes de remitir su postulación, los investigadores evalúen las actividades y las producciones recientes del grupo al cual pretenden asociarse, a los efectos de detectar si sus habilidades y sus experiencias se acercan a las necesidades del proyecto. Este análisis también puede servir de orientación al respecto de las técnicas con las cuales es necesario poseer familiaridad, antes de postularse a ocupar un cargo de investigador en un determinado grupo, por ejemplo, acota Emma Baker, consultora de carreras profesionales del King’s College London, en Inglaterra.

Baker es autora de otro artículo, también publicado en Nature, en el cual se indica cómo pueden elaborar un buen currículo los científicos. De acuerdo con la investigadora, los currículos académicos se distinguen de los tradicionalmente utilizados en el mercado, entre otros motivos debido al hecho de que los investigadores deben presentar y detallar sus trabajos, su experiencia y la financiación que han recibido previamente, aparte de listar sus publicaciones más relevantes.

Independientemente del tamaño del currículo, según destaca Baker, es importante que los datos aparezcan organizados en consonancia con los requisitos de la vacante para la cual el investigador se está postulando. La mejor manera de personalizar el contenido de un currículo es hacerlo compatible con las especificaciones de cada oportunidad, explica la consultora. De este modo, ella sugiere “evaluar bien todas las especificidades de la vacante anhelada e intentar adecuarlo a la misma, haciendo hincapié en experiencias, habilidades y publicaciones más alineadas con las necesidades del empleador.”

Baker también orienta a los investigadores a que utilicen sus redes de contactos para obtener informaciones sobre un determinado departamento o grupo de investigación. A juicio del biólogo Eduardo Bessa, de la Universidad de Brasilia (UnB), esto puede contribuir en el mapeo de oportunidades de trabajo y nuevas alianzas en proyectos de investigación. Su sugerencia es: “Relaciónate con investigadores de empresas o instituciones de educación e investigación con quienes sea posible intercambiar información, lo cual hará posible que conozcan tus intereses, tus habilidades y tus producciones”.

En tal sentido, resulta igualmente relevante que los investigadores creen y mantengan perfiles profesionales actualizados en internet y se aboquen a delinear estrategias de difusión de sus trabajos en las redes sociales, en blogs o en portales de acceso abierto, tales como ResearchGate y Academia.edu.

Esto es lo que ha venido haciendo el biólogo brasileño Alysson Muotri, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos. Muotri trabaja en investigaciones en las áreas de genética y neurociencia, y desde hace mucho tiempo se dedica a la divulgación de su producción, sobre todo mediante artículos y libros. Él recomienda que los científicos creen perfiles en LinkedIn, y que utilicen esos perfiles “para escribir textos sobre temas relacionados con sus áreas de investigación”.

El biólogo comenta que también suele enviar artículos científicos de su autoría a sus pares, para que sepan qué está investigando él. “De este modo, el investigador se vuelve más visible ante los otros científicos y ante eventuales socios privados interesados en entablar cooperaciones”, destaca. Marcos Facó, director de comunicación y marketing de la Fundación Getulio Vargas (FGV) de Río de Janeiro, coincide en cuanto a la importancia de trabajar en la construcción de una imagen ante los pares. “Los efectos de esta acción pueden redundar en invitaciones para dictar conferencias, en consultorías o incluso en la participación en investigaciones de otras instituciones”, dice.

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