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Políticas Públicas

Con fuerza de ley

El mapa del Biota-FAPESP se convierte en parámetro para la extracción del verde nativo en São Paulo

Los datos recabados por el Biota orientan las acciones de gobierno

Los datos científicos acumulados por el Programa Biota-FAPESP pasaron a orientar los criterios para la autorización de extracción de la vegetación autóctona en el territorio paulista. Una resolución de la Secretaría Estadual de Medio Ambiente (SMA) estableció que el análisis de todos los pedidos para uso de áreas con bosques nativos deberá basarse en las categorías de importancia para la restauración definidas en el mapa “Áreas Prioritarias para Incremento para Conectividad”. Pesquisa FAPESP publicó en noviembre de 2007 (en su edición 141) un gran mapa que contiene los datos de conectividad, entre otros. El trabajo fue desarrollado durante los últimos dos años por 160 investigadores del Biota-FAPESP (Programa de Investigaciones en Caracterización, Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad del Estado de São Paulo) en sociedad con la SMA.

“El aporte de directrices para la elaboración de políticas públicas era uno de los objetivos iniciales del programa. Al cabo de 10 años, podemos reunir un volumen de datos suficiente para alcanzar este propósito”, declaró a la Agencia FAPESP el coordinador del programa, Ricardo Ribeiro Rodrigues. Según él, la resolución demuestra la efectividad del uso de los datos científicos en la formulación de las políticas públicas estaduales en el área ambiental. “Lo más importante es que los criterios ahora tendrán una base científica”, dijo Rodrigues, que es profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) de la Universidad de São Paulo (USP). Desde su creación en 1999, el Biota-FAPESP permitió a descripción de más de 500 especies de plantas y animales dispersos por los 250 mil kilómetros cuadrados del territorio paulista, produjo 75 proyectos de investigación, 150 maestrías y 90 doctorados, además de generar 500 artículos en 170 periódicos, 16 libros y dos atlas, gracias a una inversión promedio anual de 2,5 millones de dólares realizada por la FAPESP.

Áreas prioritarias
La resolución utiliza los datos del Biota para determinar los criterios usados para no autorizar el uso de áreas que se prestan al papel de corredores ecológicos y de refugio de biodiversidad. El mapa de conectividad señala esas áreas prioritarias.  “En los mapas identificamos los fragmentos que se consideran prioritarios para la conservación e indicamos esas áreas para la compensación de la reserva legal de las propiedades agrícolas, además de recomendar la interconexión de esos fragmentos por la restauración del bosque ciliar funcionando como corredor ecológico”, dijo.

De acuerdo con el profesor, de los 3,5 millones de hectáreas de vegetación remanente en el estado, solamente 760 mil se encuentran en unidades de conservación. “El resto se encuentra en manos de propietarios particulares. Para conservar estos sitios, la propuesta es transformarlos en reserva legal. Para las mejores áreas de estos tramos, recomendamos la transformación en Reserva Particular de Patrimonio Natural”, afirmó. De acuerdo con la resolución, quien quiera solicitar la supresión de vegetación nativa dentro de los límites de las áreas demarcadas como prioritarias por el Biota deberá presentar un estudio de fauna y flora, independientemente del estadio de regeneración en que se encentre la vegetación. Solamente se permitirán la supresión y la explotación del área nativa en caso de que no albergue especies de la fauna y flora silvestres amenazadas de extinción. La concesión de autorización se regirá según criterios fijados por el mapa de conectividad.

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