ARCHIVO PERSONALA los 34 años, la bióloga Juliana Machado Ferreira podría darse por satisfecha con su prometedora carrera como investigadora en el Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (USP), donde finalizó su doctorado en 2012. Sin embargo, desde su maestría, realizada en 2006, ella mostraba señales de que el laboratorio no era su hábitat natural. No por falta de afinidad con la investigación básica, sino, como ella misma refiere, por necesidad de poner en práctica el conocimiento técnico obtenido en la universidad, en la lucha contra el tráfico ilegal de animales silvestres.
Así, a lo largo de los años en que trabajó en el Laboratorio de Biología Evolutiva y Conservación de Vertebrados, bajo la coordinación del profesor João Morgante, Machado repartió su tiempo entre la investigación sobre genética de poblaciones y el activismo en SOS Fauna, una organización no gubernamental (ONG), que trabaja en colaboración con instituciones gubernamentales, la Policía Civil y la Policía Federal, en la lucha contra el comercio ilegal de animales. “Comencé a participar en operaciones de incautación de animales junto a la Policía Civil de São Paulo y a comprender el alcance político que la investigación científica puede tener en la sociedad por medio del Tercer Sector”, dice Machado Ferreira, quien hace dos años fundó la ONG Freeland Brasil, con el objetivo de desarrollar acciones que comprende investigación, educación y detección contra el tráfico de animales.
Su interés por el tema surgió cuando realizaba su maestría, en 2005, al presentársele la oportunidad de conocer el Laboratorio de Criminalística de Estados Unidos, único en el mundo que se utiliza tan sólo para los delitos contra la flora y la fauna. En su doctorado, la bióloga desarrolló marcadores moleculares para detectar el origen de las aves de algunas especies decomisadas en São Paulo. La dificultad para saber de dónde provienen los animales es un problema frecuentemente encarado al momento de devolverlos a la naturaleza. Sucede que los ejemplares de una misma especie pueden presentar diferencias genéticas causadas por el proceso de adaptación a biomas distintos. “Cuando se libera animales en una población muy diferenciada pueden tener problemas para adaptarse en ese hábitat. El abordaje genético permite verificar, en teoría y dependiendo de los datos con que se cuenta, esas diferentes poblaciones dentro de una misma especie y evitar que se produzcan situaciones de esa índole”, explica.
Su facilidad para hablar en público llamó la atención de TED, una organización internacional sin fines de lucro que promueve conferencias sobre varios temas de actualidad y las divulga en internet. En 2010, ella brindó un discurso en Long Beach, California, para un público compuesto por diversos líderes. “En TED, aprendí que mi trabajo puede tener un alcance mucho más abarcador”, dice Machado. “Ahora mi trabajo tiene un impacto más amplio y también está enfocado en brindar ayuda para la definición de políticas públicas de combate contra el tráfico de animales silvestres, pero aún conservo la relación con el laboratorio”.
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