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Geología

De las rocas al mar

Hacia el final de la era Neoproterozoica, comprendida entre 850 y 541 millones de años atrás, la concentración de oxígeno en los océanos y en la atmósfera terrestre evidenció un marcado aumento y, por primera vez, alcanzó un valor próximo al actual. Los geólogos asociaban ese incremento con la actividad de microorganismos capaces de realizar fotosíntesis, tales como algunas bacterias, y a un veloz soterramiento de materia orgánica. Ahora, un equipo franco-brasileño sugiere que el mineral denominado pirita, que está formado por hierro y azufre, también podría haber contribuido para un aumento del oxígeno en los océanos y en la atmósfera, fundamental para el surgimiento de los seres pluricelulares (Nature Communications, 22 de julio). Los investigadores arribaron a esta conclusión analizando la proporción de isótopos de sulfatos en muestras de minerales provenientes de depósitos glaciales de 635 millones de años en la región central de Brasil, así como su índice de descomposición por bacterias, formando oxígeno. “La descomposición de los minerales se produjo en forma rápida y consumió casi el 60% del sulfato disponible en los océanos de la época, algo sin precedentes en la historia del planeta”, dice el geólogo Ricardo Trindade, docente de la Universidad de São Paulo y uno de los autores del trabajo.

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