Esta sutil trama es una vista de la raíz de la caña de azúcar. Al lado, la raíz al natural, sumergida en una lámina de agua de 2 centímetros. Arriba, en rojo, la imagen de la misma planta tratada con un programa de computadora que la traduce en cifras: indica su longitud, el diámetro y la superficie que ocupa del suelo, entre otras medidas. “Se trata de datos relevantes para el análisis de fertilizantes y bioestimulantes que propician el crecimiento de la raíz, para que absorba más agua y aproveche los nutrientes del suelo con eficacia, lo que redunda en un aumento de la productividad”, dice Paulo Lazzarini, quien realiza su maestría en el Programa de Suelos y Nutrición Vegetal en la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq), de la Universidad de São Paulo (USP). Lazzarini, el doctorando José Marcos Leite y el técnico de laboratorio Hugo Batagello construyeron un gabinete especial para fotografiar la raíz en alta resolución.
Imágenes enviadas por Paulo Lazzarini y José Marcos Leite, de la Esalq-USP
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