Archivo personalEl anhelo de ir más allá de la carrera académica tradicional e invertir en el desafío de transformar el conocimiento adquirido en la universidad en un modelo factible de negocio fue lo que motivó el biólogo Marcos Valadares, de Minas Gerais, entonces con 27 años, a crear Pluricell Biotech, una empresa emergente dedicada a la producción y a la comercialización de células madre pluripotentes inducidas (iPS, por sus siglas en inglés), células maduras que pueden reprogramarse para que se vuelvan nuevamente capaces de generar distintos tejidos del organismo. La idea surgió, tal como él mismo comenta, de una invitación que le hizo su colega y futuro socio, Diogo Biagi, también biólogo, quien en la época trabajaba en el desarrollo de una técnica capaz de transformar células adultas de cualquier tejido en células madre inducidas. Durante su doctorado ‒bajo la dirección de la genetista Mayana Zatz, en el Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP)‒, Valadares se unió a Biagi y al médico Alexandre Pereira para abrir la empresa. De entrada, la falta de visión comercial y administrativa obstaculizó el trabajo de prospección y de estudio de posibles clientes, como así también la elaboración de un plan de negocios.
En 2013, la empresa obtuvo una financiación de la FAPESP a través del Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (Pipe). “Con esa inversión logramos transformar nuestra idea en una realidad rentable”, dice. “Eso fue importante, dado que aproximadamente el 90% del material que utilizamos en la producción de ese tipo de células, como en el caso de los reactivos empleados en el proceso de diferenciación celular, se importa desde Estados Unidos y Europa”. La beca del Pipe también le permitió expandir su visión de negocios durante el período que pasó en Inglaterra, donde asistió a un curso dictado en el Leaders in Innovation Fellowships Programme de la Royal Academy of Engineering (RAEng) en Londres y en Oxford.
Pluricell Biotech está incubada en el Centro de Innovación, Emprendimientos y Tecnología (Cietec) de São Paulo. Esta empresa emergente produce actualmente células madre que se transforman en células cardíacas, que posteriormente pueden utilizarse en pruebas in vitro de moléculas que podrán convertirse en fármacos, un mercado que está empezando a afianzarse en Brasil, según Valadares. También se han producido algunos lotes para grupos de investigación del Laboratorio Nacional de Biociencias (LNBio), con sede en Campinas, en el interior paulista, y de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Más recientemente, la firma empezó a invertir en la producción de células madre de la piel, en general utilizadas en el desarrollo de productos en la industria de cosméticos.
En otro frente comercial, el biólogo creó una nueva empresa orientada al desarrollo de test genéticos. Uno de ellos sirve para detectar anomalías en genes asociados a enfermedades recesivas, tales como algunas distrofias musculares en parejas que pretenden tener hijos, por ejemplo. “Importamos la tecnología, realizamos los test y se los vendemos a los laboratorios y clínicas del país a un precio más accesible”, explica Valadares. “Estamos trabajando para desarrollar esos test en Brasil y abaratar más aún su costo.”
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