Imprimir Republish

Buenas prácticas

Editores de una revista de lingüística renuncian y fundan una nueva publicación

Los editores de Syntax, una revista académica de lingüística, renunciaron a sus cargos en marzo como protesta por los cambios impuestos por la editorial Wiley, que la publica desde hace 26 años. En una carta abierta, los lingüistas Klaus Abels de la University College London, en Inglaterra, y Suzanne Flynn, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, afirmaron que continuar en la revista se volvió insostenible después que Wiley, para ahorrar gastos, le asignó las tareas de edición de textos a un equipo de producción sin conocimientos especializados en lingüística. Según ellos, este equipo no tiene la capacidad de abordar con fiabilidad caracteres en lenguas extranjeras o diagramas de estructura de frases, entre otras particularidades, lo que iba a comprometer el rigor y la calidad de la revista. Abels estaba al frente de Syntax desde 2013 y Flynn fue una de sus fundadoras.

En la carta abierta, ambos anunciaron la creación de un nuevo periódico científico del área, denominado provisionalmente Syntactic Theory and Research, que pretende continuar la tradición de Syntax y seguirá el modelo de acceso abierto diamante, en donde ni los autores pagan tarifas de publicación ni los lectores tienen costos para acceder a los artículos. La revista será mantenida por la Open Library of Humanities, una editorial sin fines de lucro, contando con el trabajo voluntario y colaborativo de lingüistas.

Solamente este año, otras cinco publicaciones han enfrentado también renuncias de sus editores. El año pasado hubo 12 casos, según el seguimiento realizado por el sitio web Retraction Watch. El consultor Michael Clarke, de la firma Clarke & Esposito, con sede en Washington, Estados Unidos, le informó a la revista Nature que muchas de estas salidas constituyen respuestas a los cambios en el modelo de gestión causados por las empresas de comunicación científica y expresan el deseo de las comunidades académicas de mantener el control sobre las decisiones editoriales. Según Ivan Oransky, fundador de Retraction Watch, la cantidad de renuncias revela el grado de tensión existente entre los intereses de los editores y los responsables de la calidad de las revistas. “De un lado están las editoriales –la mayoría de ellas con fines de lucro–, que buscan un crecimiento constante porque es lo que esperan sus accionistas. Y por el otro están los investigadores, preocupados con la calidad y defendiendo una evaluación realizada con tiempo y profundidad”, dijo a Nature. Wiley afirmó que seguirá invirtiendo en Syntax y negó que los cambios puedan comprometer la calidad de la revista.

Republicar