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Universidad

El ABC de la ciencia

Sin facultades ni departamentos académicos, la nueva UFABC apuesta en la multidisciplinariedad

El día 11 de febrero de 2008, mil nuevos alumnos de las carreras de grado iniciarán el año lectivo en la recién creada Universidad Federal del ABC (UFABC), en Santo André, corazón de la región conocida como ABC paulista, a poco más de 20 kilómetros del centro de la ciudad de São Paulo. En mayo, otro grupo de 500 alumnos pasará a frecuentar la institución, que reserva la mitad de sus 1.500 plazas vacantes anuales a alumnos de la red pública (de las 750 plazas vacantes separadas para el sistema de cupos, 204 son destinadas a negros y pardos y 3 para indios). A ejemplo de los compañeros aprobados en agosto de 2006 en la primera prueba de acceso a la universidad, los nuevos novatos de la UFABC estarán matriculados todos en la misma carrera: ciencia y tecnología. No es un error de información. En la prueba de acceso de la universidad sólo hay plazas vacantes para una carrera, la licenciatura en ciencia y tecnología. Terminado ese ciclo básico, que dura tres años, los alumnos podrán optar por una de las carreras específicas ofrecidos por la universidad: licenciatura en física, química y biología, licenciatura en ciencias de la computación o una de sus ocho modalidades de ingeniería. Podrán hasta aún concluir la habilitación en dos carreras diferentes si hicieran las materias necesarias para tales.

Éstas no son las únicas particularidades de la UFABC, cuyo campus definitivo está siendo erigido en Avenida do Estado, en un predio de 77 mil metros cuadrados donde funcionó la Secretaría Municipal de Obras y Servicios Públicos de Santo André. La institución no tiene facultades ni departamentos académicos, solamente tres centros: uno de Ciencias Naturales y Humanas; otro de Matemática, Computación y Cognición; y un tercero de Ingeniería, Modelado y Ciencias Sociales Aplicadas. Queremos estimular el trabajo interdisciplinario, dice Luiz Bevilacqua, rector de la UFABC. Estamos probando un nuevo proyecto de universidad. El proceso de selección de profesores para la institución es riguroso: solamente candidatos con el título de doctor pudieron, hasta ahora, participar en los concursos de admisión, que ponen disponibles las plazas vacantes para docentes en régimen de dedicación exclusiva y período integral. Otra exigencia hecha a los que se postulan al cargo de docente es la presentación de un proyecto de trabajo, en el cual debe quedar clara su principal línea de investigación científica. Nuestros docentes ya entran aquí con el compromiso claro de también hacer investigación, afirma Hélio Waldman, prorrector de Investigación de la UFABC.

Doctores de 30 años
El resultado de esa política de admisión de personal se refleja en el perfil de los 113 docentes hasta ahora contratados en la UFABC (un concurso para seleccionar profesores visitantes estaba en marcha al final del año pasado). La mayor parte de ellos es joven, con edades entre 30 y 40 años, habiendo hecho el doctorado (o en algunos casos hasta posdoctorado) en las universidades públicas paulistas, sobretodo en la Universidad de São Paulo (USP) y la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). Una mano de obra bien formada que gravitaba alrededor de los grupos de investigación de otras universidades y ahora consiguió un puesto permanente en una institución superior de enseñanza. Muchos de nuestros profesores están orientando por primera vez a alumnos de posgrado, comenta Waldman.

Ese es el caso del físico Gustavo Martini Dalpian, de 31 años, quien se graduó en la Universidad Federal de Santa Maria en el sur del país, hizo su doctorado en la USP, dos posdoctorados en Estados Unidos y actualmente es director del Centro de Ciencias Naturales y Humanas. Además de debutar en la función de dar clases, Dalpian también hace su estreno como coordinador de uno de los cursos de maestría y doctorado ofrecidos por la UFABC, el pos en nanociencias. ?Como mis colegas, me gradué en una universidad que daba cursos disciplinarios y ahora en la UFABC estoy en una institución que privilegia la multidisciplinariedad, dice el físico. Al comienzo, uno extraña un poco, pero con el tiempo se le siente el gusto a ese contacto más directo con químicos, biólogos y hasta filósofos.

También en el pos la interdisciplinaridad se hace presente con fuerza. De las seis carreras de maestría y doctorado stricto sensu autorizadas hasta ahora por la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) en la nueva universidad, tres se caracterizan por involucrar materias de varias áreas del conocimiento y explotar sectores en alta en el mundo de la investigación: energía; nanociencias y materiales avanzados; e ingeniería de la información. Los otros tres (ciencia y tecnología y química; física; matemática) son enfocados en áreas más tradicionales de la academia. Aproximadamente cien alumnos de post ya frecuentan la universidad. Los grupos de investigación en la UFABC aún están en su infancia. Pero algunos de sus profesores ya participan en proyectos de punta, como el físico Marcelo Augusto Leigui de Oliveira, de 33 años, uno de los investigadores brasileños que estudian los rayos cósmicos con el auxilio de las observaciones hechas por el Observatorio Pierre Auger, en la Argentina.

Percances y jubilación
Oriundo de las filas del Instituto Alberto Luiz Coimbra de Posgrado e Investigación en ingeniería, la Coppe, el carioca Bevilacqua, uno de los formuladores del concepto de universidad pública en implantación en el ABC, cuenta que intentó instaurar esa visión multidisciplinar del conocimiento, con menos instancias administrativo-burocráticas, en la propia Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) en los años 1990. Pero los rectores fueron pasando por la UFRJ y el proyecto no avanzaba, recuerda. Con el tiempo, percibió que era más factible fomentar esa idea en una institución de enseñanza superior nueva, sin las amarras de un pasado. Con la creación de la UFABC, surgió la oportunidad de materializar el proyecto.

Aunque sea la respuesta a un pleito de décadas de una región con 2,5 millones de habitantes y siete ciudades, la implantación de la UFABC no ha sido tan fácil como se podría pensar. Cerca de 90 alumnos del primer grupo de la universidad fueron jubilados por falta de desempeño académico o desinterés por el curso. En el plano político-académico, también hubo percances. Algunos líderes locales, con el apoyo de medios de comunicación, se manifestaron contra la propuesta académica de la universidad. Creían que la institución era más federal que del ABC. Hasta el origen de los profesores, en su mayor parte de fuera de la región, llegó a ser cuestionada por los críticos de la UFABC, que sólo no dijeron adonde irían a conseguir doctores tan bien formados como los que están siendo contratados. Como resultado de las presiones, el primer rector de la institución, Hermano Tavares, dejó su cargo en diciembre de 2006, después de haberse quedado un poco más de un año al frente de la naciente universidad. Bevilacqua, que era el vicerrector, asumió inmediatamente.

Cuando el campus en construcción en Santo André esté totalmente listo y la institución tenga condiciones de funcionar a pleno vapor, probablemente a mediados de 2009, la UFABC tendrá un cuadro de 600 profesores y 10 mil alumnos. Hoy la universidad tiene un perfil bastante vinculado a los cursos de ingeniería y tecnología, pero un incremento en las áreas biológicas debe suceder en los próximos concursos para contratación de profesores. Es posible incluso que la UFABC cuente con un segundo campus en otra ciudad de la región, tal vez en São Bernardo. Las ciencias humanas no son el fuerte de la UFABC. Sin embargo no está descartada por completo la entrada de la universidad en ese campo del conocimiento. Si fuéramos a invertir en esa área, tendrá que ser con un proyecto igualmente innovador, dice Waldman. Pero aún no tenemos ese proyecto. Si alguien lo tuviera, me lo puede mandar.

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