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Buenas prácticas

El atractivo de las revistas depredadoras en Uzbekistán

Un artículo publicado por cuatro investigadores de Uzbekistán ha demostrado por qué la antigua república soviética situada en Asia Central ha cobrado protagonismo en un tipo específico de mala conducta científica: la publicación de papers en revistas depredadoras, de baja calidad, que divulgan cualquier tipo de manuscrito a cambio de dinero. Este trabajo, que salió publicado en julio en la revista Publications, informa que el 98 % de los papers de investigadores de ese país aceptados en revistas internacionales en 2018 se concentraron en títulos sin una genuina revisión por pares. Pero el estudio también revela que la preferencia por las revistas depredadoras es una cuestión reciente. Antes de 2010, la mayor parte de la producción científica del país se publicaba en revistas con credibilidad.

Para sus autores, los economistas Bahtiyor Eshchanov y Kobilbek Abduraimov, la química Mavluda Ibragimova y el pedagogo Ruzumboy Eshchanov, todos pertenecientes a instituciones con sede en la capital, Taskent, el origen de este fenómeno fue la adopción, en los últimos 10 años, de políticas que estimulan la publicación de una gran cantidad de trabajos para garantizar el ingreso y la progresión en una carrera. La Comisión Suprema de Certificaciones del país exige, por ejemplo, que los aspirantes a una vacante de doctorado hayan publicado al menos 10 artículos científicos, parte de ellos en revistas internacionales. Según los autores, el énfasis en la cantidad y las metas consideradas inalcanzables hicieron que los investigadores buscaran atajos para multiplicar su producción y asegurarse el progreso en la carrera. “Esto ha llevado a una normalización de las prácticas antiéticas y a un desperdicio de recursos de investigación”, apunta el artículo.

La comunidad científica uzbeca no es grande. Los autores del estudio encontraron registros de 2.500 artículos firmados por 1.100 investigadores entre 2016 y 2019, publicados en 610 revistas internacionales. Al efectuar un análisis del perfil de esas revistas se constató que la mayoría de ellas, si bien parecían tener su sede en Estados Unidos, solamente poseían una dirección postal en ese país y no era posible determinar dónde funcionan realmente. Gran parte de los títulos mantenían prácticas habituales entre las revistas depredadoras, por ejemplo, procesos de revisión por pares expeditivos y poco exigentes, y el cobro de tasas de publicación relativamente bajas, de unos 80 dólares por paper.

Pese a los efectos perniciosos, expresan los autores, la investigación científica en Uzbekistán conserva una buena calidad en áreas como la física y la química. Hay una comunidad de investigadores publicando en revistas con buena reputación en esas áreas, tales como Applied Solar Energy y Chemistry of Natural Compounds, que actualmente son administradas por la editorial científica Elsevier, pero fueron fundadas por investigadores uzbecos.

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