Un símbolo de la alegría carnavalesca, las partículas coloridas de purpurina acaban en el mar y en los lagos. Investigadores del grupo Cyanos, de la Universidad de São Paulo, preocupados por los organismos que estudian, las cianobacterias, probaron el efecto de este microplástico (el hexágono rosado) en cianobacterias de agua dulce y salada, como el collar de cuentas marino de la imagen. Constataron que esas partículas reflejan la luz solar, reduciendo la fotosíntesis que realizan estos organismos, y liberan sustancias tales como metales y bisfenol, que causan efectos tóxicos. El grupo se ha propuesto ahora estudiar los efectos de la purpurina biodegradable.
Imagen enviada por Rafael Barty Dextro, investigador del grupo Cyanos del Centro de Energía Nuclear en la Agricultura de la Universidad de São Paulo (Cena-USP), con sede en la localidad de Piracicaba
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