Cualquiera que trabaje con archivos en Brasil, es muy probable que se haya cruzado en el camino de la historiadora Heloísa Liberalli Bellotto, ya sea como alumno o bien como colega o lector. Liberalli Bellotto, quien falleció en São Paulo el 1º de marzo a los 88 años, fundó carreras, fue docente en varios estados del país, como así también en Portugal y España, y es autora de obras de referencia en materia de archivología en el país.
Su principal legado teórico fue el desarrollo del proceso de identificación de documentos a partir de los conceptos de especie y tipo, según la historiadora Ana Maria Camargo, de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de São Paulo (FFLCH-USP), coautora con Liberalli Bellotto del Dicionário de terminologia arquivística (Secretaría de Cultura, 1996). La especie designa a la estructura de un documento conforme a sus funciones. Por ejemplo, contratos e informes son especies. Los tipos hacen alusión al uso de esa especie: contratos de locación o laborales, informes de investigación o de auditoría.
“El suyo fue un desarrollo importante para la archivología, algo que no se hizo ni en España, país en donde ella se especializó y es algo muy avanzado en este campo”, comenta Camargo. “Liberalli Bellotto consiguió incorporar en el tratamiento de los archivos lo más importante de ellos: su funcionalidad, la relación indisociable entre los documentos y las actividades que les dieron origen”.
Según el historiador Thiago Nicodemo, coordinador del Archivo Público del Estado de São Paulo, la obra de Liberalli Bellotto aportó una evolución significativa en la gestión documental. “Contribuyó a instalar la noción de que un archivo no es un lugar en donde se depositan papeles viejos, sino el cerebro de una operación que permite saber dónde están las cosas, para que no se pierdan”, sintetiza.
Heloísa Liberalli Bellotto nació en Río de Janeiro en 1935, y cuando tenía 9 años se mudó a São Paulo. En 1959 se graduó como licenciada en historia, en la USP, y en 1956 en biblioteconomía, en la Escuela de Sociología y Política de São Paulo. En 1976 obtuvo su doctorado en historia, también en la USP, con una tesis intitulada “El gobierno de Morgado de Mateus. Los albores de la restauración de la Capitanía de São Paulo (1765-1775)”. En 1977 se especializó en archivística en la Escuela de Documentalistas de Madrid, España. También realizó especializaciones en los Archivos Nacionales de París, en 1979, y en la Administración Nacional de Archivos y Documentos de Estados Unidos, en Washington, en 1987.
En 1969 se convirtió en investigadora del Instituto de Estudios Brasileños (IEB) de la USP. Pese a haberse jubilado en 1990, continuó dirigiendo trabajos de posgrado en la FFLCH. En 1986, sentó las bases de la carrera de especialización en archivística del IEB, uno de los principales centros de formación del área en São Paulo. Durante dos décadas, asistieron a ese cursado más de 600 alumnos de todo Brasil, de América Latina y de África. “Liberalli Belloto ayudó a la profesionalización del ejercicio de archivista. En São Paulo, los archivos fueron durante mucho tiempo dependientes de la carrera del IEB”, comenta Nicodemo.
Fue fundadora de la carrera de grado en archivología de la Universidad de Brasilia (UnB), en 1991. En lo concerniente a esta, en una entrevista concedida el año pasado al sitio web de la universidad, declaró que pudo poner en práctica sus principales ideas acerca de la formación del archivista: redujo el porcentaje de clases de historia y biblioteconomía, ampliando el tiempo dedicado al derecho y a la gestión. También fue docente en la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (Unirio) y en la Universidad Internacional de Andalucía, en Huelva (España), entre otras escuelas.
Entre 1998 y 2011, fue consultora del proyecto Rescate, una ambiciosa iniciativa de digitalización de los documentos del Consejo Ultramarino del Imperio Portugués, la institución responsable de la administración de las colonias. En la actualidad, dichos documentos se encuentran a resguardo en el Archivo Histórico Ultramarino, en Lisboa. Liberalli Bellotto coordinó la recuperación de los papeles relacionados con la capitanía de São Paulo, además de proporcionar capacitación técnica a los investigadores abocados a ese fin. La historiadora sostenía que fue posible microfilmar y catalogar unos 300.000 documentos.
Liberalli Bellotto estructuró la carrera de especialización en archivística del Instituto de Estudios Brasileños
Según la historiadora Ana Canas Delgado Martins, directora del Archivo Histórico Ultramarino (AHU) e investigadora del Centro de Historia de la Universidad de Lisboa, Liberalli Bellotto también “dejó su impronta en más de una generación de archivistas” al otro lado del océano Atlántico. En 1989, fue profesora de la carrera de ciencias documentales de la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa. En ese período publicó dos artículos en Cadernos de Biblioteconomia, Arquivística e Documentação. “Estos textos despertaron o acentuaron la necesidad de reflexionar sobre las diversas facetas de la práctica archivística y aguzaron las ganas de actualizar y producir conocimiento, coincidente con una etapa de renovación de los archivos y de formación de los archivistas en Portugal”, dice la directora del AHU.
Canas Delgado Martins, quien conoció a Liberalli Bellotto en 2006, pone de relieve la dedicación que la investigadora de la USP les dispensaba a los demás. “En particular, a los jóvenes brasileños que fueron parte del Proyecto Rescate y que quizá se sentirían menos acompañados en momentos como la Navidad. La casa donde se alojaba, en el barrio de Campo de Ourique, en Lisboa, también era, en cierta medida, la casa de ellos”, dice.
Liberalli Bellotto fue miembro del consejo consultivo de la Biblioteca Mário de Andrade entre 2013 y 2016, durante el mandato de Luiz Armando Bagolin, actualmente docente del IEB. “Cuando le dije que iba a necesitar su ayuda, ya que no tenía experiencia en archivos y bibliotecas, aceptó colaborar de buen grado enseguida, aunque aclarando que no necesitaría tanta ayuda, porque yo era joven e intrépido”, recuerda Bagolin. Al enfrentarse a los problemas prácticos de la biblioteca, Liberalli Bellotto respondió que la medida principal que tomaría sería insuflarle vida a ese espacio, “atraer a la gente y hacer que se sienta bien”. Acerca de ese período, Bagolin refiere una única frustración. “Ella me pidió que intente crear un curso de archivología, con participación abierta para los jóvenes de la periferia. No pude cumplir ese objetivo”, dice.
Sus teorías sobre la tipología documental y diplomática (el estudio de la estructura formal del documento, de su naturaleza jurídica y su contexto de producción) han quedado plasmadas en libros tales como Arquivos permanentes: Tratamento documental (TA Queiroz, 1991), Diplomática e tipologia documental em arquivos (Briquet de Lemos, 2008) y Arquivo: Estudos e reflexões (UFMG, 2014). Según Camargo, este último título contiene la expresión más completa de su pensamiento sobre especies y tipos. Por su parte, el primero ha sido ampliamente adoptado en carreras universitarias y concursos públicos en Brasil.
Entre los proyectos que deja inconclusos, se incluye la publicación de una edición comentada de los diarios de gobierno de Luís António de Sousa Botelho Mourão –Morgado de Mateus– (1722-1798), gobernador colonial de la capitanía de São Paulo en el siglo XVIII, tema de su doctorado y objeto de los libros Autoridade e conflito no Brasil colonial (Secretaría de Cultura, 2007) y Nem o tempo nem a distância: Correspondência entre o Morgado de Mateus e sua mulher (Aletheia, 2007). “Fue el tema de su vida. Últimamente estaba muy dedicada a esta obra monumental”, comenta Camargo. “Ahora estamos proyectando hacer una edición póstuma en su homenaje”.
Heloísa Liberalli Bellotto estaba casada con el también historiador Manoel Lello Bellotto, fallecido en 2011. Según Camargo, su vasta biblioteca privada será donada al archivo general de la USP, cuyo sistema ella ayudó a implementar. “Es una biblioteca sumamente especializada, junto a sus archivos personales y trabajos inconclusos”, resume Camargo.
En la entrevista concedida a la UnB, la historiadora sintetizó su mirada sobre la archivística afirmando que el encanto de la profesión tiene que ver con “poder organizar la información contenida en los documentos para hacerla accesible a quienes la necesiten”. Y recordaba que “nadie busca un documento por mero placer, sino porque le es necesario en su vida profesional o particular”. Por eso, “unos archivos bien organizados son de vital importancia para las personas, la sociedad y los países”.
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