La mayoría de los países africanos, principalmente aquéllos situados al este y al sur del África subsahariana, redujo la desnutrición infantil entre 2000 y 2015, aunque cada país todavía presenta disparidades regionales. Chad y Somalia recibieron menor apoyo internacional para la mejora de la salud infantil, vivieron largos conflictos internos y presentaron progresos más modestos, según un estudio sobre la desnutrición en 51 países africanos coordinado por Simon Hay, de la Universidad de Washington, Estados Unidos (Nature, 28 de febrero). Realizado en colaboración con expertos de la Universidad de Oxford y del Imperial College London, ambos del Reino Unido, el estudio sobre la nutrición y la salud infantil indica que, al ritmo actual, ningún país del continente alcanzará la meta de las Naciones Unidas de acabar con la desnutrición hasta 2030. Trabajando con datos de censos sobre peso, altura y nivel educativo de los niños y niñas en miles de poblados, los investigadores construyeron mapas detallados, que evidenciaron también grandes disparidades educativas entre géneros y localidades. En una región de Chad, los varones van a la escuela durante cinco o seis años más que las mujeres. En la región centro-sur de Kenia, la escolaridad media es de 11 años, mientras que en las comunidades rurales del noreste del país el promedio cae a dos años. En un comentario publicado en la misma edición de Nature, el ghanés Kofi Annan, ex secretario general de las Naciones Unidas, afirmó que ese tipo de dato puede ayudar a gobiernos y agencias internacionales a orientar sus esfuerzos para mejorar la educación y la alimentación en África.
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