Los matrimonios sucesivos entre parientes cercanos podrían haber sido la causa genética de la barbilla más prominente que lo normal que exhibían los integrantes de la estirpe imperial de los Habsburgo, que reinó en Europa entre los siglos XIII y XX (Annals of Human Biology, 2 de diciembre de 2019). Como no había manera de recolectar sangre o tejidos para efectuar análisis genéticos de los nobles de esa familia que vivieron siglos atrás, investigadores de universidades de España y de Sudáfrica analizaron 66 retratos de reyes y reinas de la dinastía Habsburgo que se conservan principalmente en el Museo del Prado, en Madrid, España, y en el Museo de Historia del Arte, en Viena, Austria. El propósito era verificar si existía una relación de causa y efecto entre la deformidad facial –que incluía un labio inferior ligeramente vuelto hacia afuera y la nariz prominente, común entre los integrantes de esa familia– y los casamientos consanguíneos. Diez cirujanos bucomaxilofaciales examinaron las imágenes en forma independiente e identificaron 18 casos de malformación facial de origen genética: 15 presentaban deficiencia maxilar, crecimiento reducido del maxilar superior y huesos próximos; y 3 casos de prognatismo, un aumento exagerado del maxilar inferior. De acuerdo con el análisis, la deformidad era más acentuada cuanto más elevado era el grado de parentesco entre los padres del individuo, confirmando el posible origen genético del problema.
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