Las abejas detectan aromas mediante sus antenas. Señales químicas que se corresponden con olores ambientales activan neuronas dispuestas en haces en el interior de las antenas. Por esa vía, los estímulos llegan a conglomerados de neuronas similares a esferas, los glomérulos olfativos, especializados en interpretar ese tipo de información. La bióloga Ana Carolina Roselino examina detalladamente la anatomía de esa estructura para comprender cómo es que las abejas uruçu [Melipona scutellaris] ubican las flores.
Foto enviada por Ana Carolina Roselino
Laboratorio de Biología y Genética de Desarrollo de Abejas de la FMRP/ USP
