El catálogo de estrellas del antiguo astrónomo griego Hiparco (190 a. C.-120 a. C.), buscado por siglos y que ya se había dado por perdido, fue hallado oculto bajo textos cristianos en la biblioteca de un monasterio de la Iglesia Ortodoxa Griega en la península del Sinaí, en Egipto. Nueve de las 106 hojas de un documento recuperado por historiadores de la ciencia franceses y británicos constituyen el Codex Climaci Rescriptus, una colección de textos escritos en los siglos X u XI. Los exámenes realizados con distintos tipos de luz indicaron que el material es un palimpsesto, un pergamino cuyo texto original fue raspado para poder reutilizarlo (Journal for the History of Astronomy, 18 de octubre). El códice, al que se considera el primer intento conocido de mapear todo el cielo, indica con precisión el largo y el ancho en grados de la constelación llamada Corona Boreal y señala las coordenadas de las estrellas en sus extremos norte, sur, este y oeste. Hiparco localizó estrellas de todo el cielo valiéndose de dos coordenadas y elaboró un modelo de los movimientos aparentes del Sol y la Luna.
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