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Memoria

El telescopio en el tejado

Hace 400 años nacía George Marcgrave, quien construyó el primer observatorio de América en la ciudad de Recife

STATE ART COLLECTION DRESDENResidencia de S. Excia.: acuarela de Zacharias Wagner que muestra el caserón con el observatorio STATE ART COLLECTION DRESDEN

Durante el período en que el conde alemán Mauricio de Nassau administró Recife y buena parte del nordeste brasileño (1637-1644) como posesión holandesa, artistas y naturalistas permanecieron algún tiempo en el país para describir paisajes y animales, confeccionar mapas, conocer el territorio y prospectar riquezas. Los más conocidos son los pintores Frans Post, Albert Eckhout y Zacharias Wagner, el médico Guillermo Piso y el alemán George Marcgrave. Este último fue probablemente el primer naturalista y astrónomo que realizó descripciones y estudios científicos en Brasil con una visión más moderna, al realzar en el método el valor de la observación y la experimentación. En 2010 se cumplen 400 años de su nacimiento, y por eso saldrá publicado este año el libro O observatório no telhado (Companhia Editora de Pernambuco), del astrónomo Oscar T. Matsuura, un estudio minucioso de una de las contribuciones de Marcgrave, la astronómica.

“Marcgrave fue un polígrafo en las vísperas de la emergencia de la ciencia moderna.  No era más el científico medieval clásico, que buscaba el conocimiento únicamente en el pasado, dice Matsuura, profesor jubilado del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo, actual investigador asociado del Museo de Astronomía y Ciencias Afines (Mast) y profesor asociado del Programa de Historia de las Ciencias y las Técnicas y Epistemología de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Aunque era todavía un hombre en transición, a diferencia de sus predecesores que estuvieron en Brasil había tenido formación y capacitación específica para descubrir nuevos conocimientos mediante la observación atenta y sistemática de la naturaleza.”

Los primeros relatos elaborados en el Nuevo Mundo y el trabajo de Marcgrave constituyen momentos diferenciados de la evolución de la ciencia. Las descripciones más amateurs no eran validadas científicamente. Eso no significa que no tengan valor científico, sí que lo tenían, pero como fuentes primarias de valor memorial, explica el historiador Marcos Galindo, coordinador del Programa de Posgrado en Ciencia de la Información de la Universidad Federal de Pernambuco.

O OBSERVATÓRIO NO TELHADO/OSCAR T. MATSUURAImagen en 3D del observatorio de Recife, con cuadrante, sextante, telescopio y globoO OBSERVATÓRIO NO TELHADO/OSCAR T. MATSUURA

Marcgrave dejó su ciudad natal, Liebstadt, a los 17 años, y peregrinó al menos por 10 universidades europeas, en donde aprendió geografía, cartografía, botánica, medicina, matemática y astronomía, en Alemania, Francia, Polonia, Suiza y Holanda. En Holanda frecuentó la Universidad de Leiden en 1636 y 1637, en donde fue alumno del astrónomo Jacob Golius y usuario del observatorio, el primero de una institución académica en el mundo. Marcgrave fue uno de los primeros astrónomos que usó el telescopio refractor para observar el cielo de manera sistemática.

De Leiden vino a Brasil, probablemente por influencia de Johan de Laet, uno de los directores de la Compañía de las Indias Occidentales, que patrocinaba viajes exploratorios por el mundo. Junto con Piso, integró el equipo de Nassau en Recife. Llegó en 1638, cuando tenía 28 años, y realizó expediciones, describió y dibujó animales y plantas y conoció a los indios. Luego de su muerte a los 34 años, en Angola, sus  relatos fueron publicados junto con los de Piso en Historia naturalis brasiliae. Carl Linné utilizó el trabajo del alemán para hacer sus primeras clasificaciones.

En Recife, Marcgrave vivió en el mismo caserón en que vivía Nassau. En el tejado de la casa construyó el primer observatorio astronómico de toda América en 1639, y allí realizó observaciones con la mejor instrumentación de la época, incluso con un telescopio refractor, comenta Matsuura. En su libro, actualmente en prensa, el investigador reconstituyó con imágenes tridimensionales cómo habría sido el observatorio con sus instrumentos, valiéndose de los documentos hallados en los archivos de las ciudades de Leiden y París. Este modelo será incorporado a una exposición multimedia del Mast, como así también al portal electrónico del museo.

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