El vuelo de las semillas de diente de león : Revista Pesquisa Fapesp

Casi todos han soplado alguna vez un diente de león y observado volar sus semillas al viento. Gracias al formato similar al de un paracaídas, con una varilla agarrada a un mechón de 100 filamentos (pappus), dichas semillas logran recorrer largas distancias antes de caer al suelo. Fue así como esa especie logró esparcirse por el mundo. Investigadores de la Escuela Politécnica Federal Lausana, en Suiza, y de las universidades de Twente, en Holanda, y Pisa, en Italia, usaron ecuaciones de la dinámica de fluidos para analizar el comportamiento de vuelo de las semillas de diente de león y pudieron modelar los patrones de flujo de aire que se forman alrededor del pappus mientras estas flotan en el aire (Physical Review Fluids, 2 de julio). Se sabe que, durante el vuelo de las semillas, parte del aire pasa alrededor del mechón de filamentos, así como lo hace al pasar por arriba y por abajo de los aviones. Parte del aire también pasa entre los filamentos. La combinación de flujos provoca un remolino (vórtice) por encima del pappus, creando una zona de baja presión que atrae a la semilla hacia arriba, disminuyendo la velocidad con la que cae en dirección al suelo. Tal mecanismo de sostén de vuelo fue observado y descrito primeramente en 2018 por investigadores de la Universidad de Edimburgo, Escocia. Ahora, en el nuevo estudio, los investigadores suizos, holandeses e italianos afirman que el modelo que han desarrollado es capaz de proyectar ese vórtice sobre el pappus con las mismas formaciones observadas por los escoceses. Operaron el modelo con varios tipos de varillas y verificaron que la cantidad ideal de filamentos era 100, el mismo encontrado en un pappus real. Con 100 filamentos, el pappus era más estable mientras flotaba. Cuando añadían más filamentos al modelo, el vuelo se volvía inestable. Si reducían el número, las semillas perdían sustentación y la distancia de vuelo se achicaba.

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