Una “perspectiva simétrica y opuesta”. Esa es la imagen a la que alude el investigador Sebastião Velasco e Cruz para describir la relación que prevaleció durante mucho tiempo entre el conocimiento que se tiene de Estados Unidos en Brasil y el conocimiento sobre Brasil existente en Estados Unidos. “La comunidad académica de Estados Unidos siempre se esforzó por disponer de las informaciones más avanzadas y fidedignas sobre los diferentes sitios del mundo, por eso existe un campo de estudios afianzado sobre Latinoamérica, y comunidades científicas sólidas que generan conocimiento y mantienen un foco permanente sobre la región”, dice el politólogo de la Universidad de Campinas (Unicamp). “Aquí tenemos la impresión de una gran familiaridad con Estados Unidos, pero carecíamos de los mecanismos como para sondear la información que necesitamos para poder conocer ese país efectivamente. Ese era el desafío que nos propusimos afrontar, y así los estamos haciendo desde hace más de 10 años”.
Él politólogo se refiere a la labor del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología para Estudios sobre Estados Unidos (INCT-Ineu), un centro de investigaciones interdisciplinario e interinstitucional con sede en São Paulo, en el cual se desempeña como coordinador desde 2017. “Nosotros partimos del supuesto de que el gobierno y la política de Estados Unidos están entre las fuerzas más poderosas del mundo”, dice Velazco e Cruz. “Tales fuerzas generan un impacto en los individuos, en las sociedades civiles, en las corporaciones y en las instituciones políticas, así como en la autonomía legal y constitucional que se les atribuyen”. El instituto fue creado en 2009 y desde entonces ha publicado 71 libros, 182 capítulos de libros, 290 artículos en periódicos brasileños e internacionales y 14 fascículos, parte de ellos en colaboración con el Centro de Estudios de la Cultura Contemporánea (Cedec).
“Nuestra producción sobre Estados Unidos contempla un vasto conjunto de temas: política interna, instituciones, procesos y políticas gubernamentales, integración y crisis en América Latina, y política de Estados Unidos para la región, con énfasis en los retos y oportunidades de una relación compleja con Brasil”, explica Velazco e Cruz.
La historia del instituto antecede a su fundación. En 2001, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) lanzó un pliego llamando a concurso con el objetivo de fomentar el posgrado en relaciones internacionales en el país. “En aquel momento, el ministerio consideraba insuficiente la oferta de conocimiento al respecto de las estructuras de funcionamiento de Estados Unidos, algo necesario para Brasil, en el contexto de una economía globalizada”, comenta Cruz. Investigadores de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-USP) y de la Unicamp, acordaron unirse para competir. Una vez aprobada la propuesta, el programa que entonces fue denominado San Tiago Dantas (1911-1964) –en homenaje al canciller del gobierno de João Goulart (1918-1976)– comenzó a funcionar en 2003.
Dos años después se emitió un nuevo pliego, en esa ocasión en forma conjunta entre el MRE y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, para promover investigaciones acerca de temas relevantes de las relaciones internacionales. El objeto de estudio elegido por los integrantes del programa San Tiago Dantas fue Estados Unidos, su política, economía, sociedad y cultura. “Cuando el CNPq [Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico] lanzó en 2008 el pliego de los INCT, nos encontrábamos en una situación privilegiada, porque la parte dedicada a la investigación ya había sido elaborada”, recuerda Velazco e Cruz. El instituto comenzó sus operaciones al año siguiente, congregando a expertos de las tres universidades y del Cedec, con ayuda financiera del CNPq y de la FAPESP.
En la actualidad despliegan su trabajo 80 investigadores y congrega a 20 instituciones. En algunas de ellas, tales como las universidades de Brasilia (UnB) y la Federal de Paraíba (UFPB), los investigadores del INCT-Ineu fueron los responsables de la creación de núcleos de investigaciones sobre la temática. “Eso es lo más importante, el proceso de expansión de la red nunca se agota”, pondera Velazco e Cruz. En 2010 se creó un portal en internet, el Observatorio Político sobre Estados Unidos (Opeu), con el propósito de erigirse en una publicación electrónica especializada, así como un banco de datos permanente sobre la política interna y externa de Estados Unidos. Según el coordinador del INCT-Ineu, el Opeu es el responsable fundamental de la difusión de conocimientos. A cargo de la producción del material informativo –más de 2.500 clippings [recortes] de noticias en sus primeros siete años de actividad–, desde 2017 el observatorio se ha abocado a la publicación de artículos analíticos y comentarios. El equipo del Opeu congregó inicialmente a estudiantes de carreras de grado y alumnos de maestría y doctorado. Muchos de ellos se tornaron académicos o docentes. Otros ejercen el periodismo y actividades profesionales diversas en el campo de las relaciones internacionales. En ese sentido, el observatorio cumple en forma complementaria funciones de investigación y formación de cuadros.
El INCT-Ineu también dispone de un núcleo de producción audiovisual. La propuesta surgió como un desprendimiento de un proyecto independiente que, luego de haber sido aprobado por el Fondo de Apoyo a la Cultura del Estado de Pernambuco, fue acogido por el instituto. El resultado de eso fue el lanzamiento en 2017 del documental intitulado Em nome da América, de Fernando Weller, que reseña la experiencia de los Peace Corps (Misiones Humanitarias) en Pernambuco. Por intermedio de ese programa del gobierno estadounidense, que fue desarrollado en las décadas de 1960 y 1970, seis mil jóvenes voluntarios llevaron a cabo trabajos humanitarios en el nordeste de Brasil. Weller, que es investigador y docente de cine en la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), contó con el apoyo del INCT-Ineu para realizar entrevistas y estudios documentales en fuentes primarias en Estados Unidos.
Para el politólogo Tullo Vigevani, docente jubilado de la Unesp y coordinador del instituto en sus siete primeros años de existencia, el INCT-Ineu es innovador al promover “la incorporación de diversos estudios sobre Estados Unidos”, transformándose en un “grupo de difusión de carácter nacional que se ocupa sistemáticamente de ese tema”. La construcción de la política de comercio exterior del país, por ejemplo, es uno de los tópicos que exploró el equipo del instituto. El libro Poder e comércio – A política comercial dos Estados Unidos, cuyos autores son Vigevani, Filipe Mendonça y Thiago Lima, fue considerada la mejor obra científica de 2019 por la Asociación Nacional de Posgrado e Investigación en Ciencias Sociales (Anpocs).
Think tanks
El conocimiento acumulado en ese período encauzó la organización y los temas de la Conferencia Brasileña de Estudios Políticos sobre Estados Unidos, organizada al final del año pasado en la PUC-SP. En cuatro días se realizaron encuentros de seis grupos temáticos, cada uno de ellos con tres sesiones de debates, tres mesas redondas y conferencias con siete invitados extranjeros: el exministro chileno Luis Maira y seis politólogos; la argentina Diana Tussie, el británico Inderjeet Parmar, el estadounidense Jayesh Rathod, la brasileña radicada en Argentina Mónica Hirst, el holandés David Sogge y el cubano Raúl Rodríguez. La historia y la actividad de los think tanks (grupos de reflexión), tema de la presentación de Parmar, por ejemplo, vienen siendo estudiadas por investigadores del INCT-Ineu desde su creación. Aunque desde el siglo XIX ejercen una influencia casi directa en la política estadounidense, no fue hasta recientemente que ese tópico comenzó a estudiarse en la academia. “En el instituto, esta temática motivó estudios bastante minuciosos de la historia del pensamiento de esas instituciones y su influencia, con sesgos ideológicos diversos en cuanto a la definición de políticas públicas”, explica Cruz. Según expresa Vigevani, tales centros de estudios han sido fundamentales para definir las relaciones exteriores de Estados Unidos en sus diferentes gobiernos durante los últimos 60 años.
Entre los investigadores que participaron en la conferencia del mes de noviembre se reveló una sensación unánime de perplejidad en referencia al curso de la política estadounidense en este siglo. El período arrancó en un contexto internacional en el que –gracias al final de la Unión Soviética en 1991–, Estados Unidos emergió como una superpotencia en solitario, dotada de un poder incontrastable. Empero, ellos evalúan que la realidad actual es diferente: el poder estadounidense enfrenta amenazas en varias regiones y en diversas esferas en que el mismo se manifiesta.
“Se tornó evidente entonces lo que algunos analistas venían vaticinando desde hace tiempo: la situación que se planteó inmediatamente después de la Guerra Fría era transitoria”, dice Velazco e Cruz. “Tarde o temprano, Rusia, la potencia derrotada, se reorganizaría y volvería a reivindicar su estatus. Y el reordenamiento en curso propiciaría la constitución de un nuevo polo de expansión en la economía mundial en torno a China, con implicaciones geopolíticas dramáticas, puesto que no está integrado a la ‘comunidad de seguridad’ diseñada por la superpotencia con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial”, analiza el coordinador del instituto.
“Luego de los atentados de 2001, se esperaba que la guerra en Irak acabara rápidamente, pero quedó claro que Estados Unidos se topó con reacciones para las cuales no estaban política y militarmente preparado, sorprendiendo incluso a los teóricos de las relaciones internacionales”, dice Velazco e Cruz, y recuerda a su vez que la situación se agravó con la crisis económico-financiera de 2008 y las tensiones geopolíticas con Rusia. “Los investigadores del INCT-Ineu constatamos que estábamos en lo cierto al suponer que el mundo no se encontraba en los albores de una nueva era de estabilidad, sino que está atravesando una instancia de transición, en la cual la inestabilidad del panorama económico y político constituye un dato esencial”, dice. En este contexto, dice Vigevani, Latinoamérica sigue teniendo importancia para Estados Unidos, ideológica o comercialmente, de acuerdo con los intereses de la “metrópoli”. A su juicio, “la tendencia al unilateralismo del actual presidente estadounidense es la diferencia más significativa entre los gobiernos de Barack Obama [2009-2017] y Donald Trump”.
El chileno Luis Maira, quien comenzó a articular estudios sobre Estados Unidos en México, donde se exilió durante el régimen del dictador Augusto Pinochet (1915-2006) en la década de 1970, enumera los síntomas de la crisis que viene enfrentando Estados Unidos, y que Trump pretende remediar con medidas que él considera “unilaterales y aislacionistas”. El primero de ellos es la pérdida de legitimidad del sistema electoral, evidente a partir de la contradicción numérica de la contienda de 2001, que culminó con la elección de George W. Bush, profundizada por una situación similar en la victoria de Trump sobre Hillary Clinton. El segundo síntoma de la crisis es la intervención creciente de la Corte Suprema en los mecanismos financieros de campaña. Y también cita el sectarismo en la polarización entre demócratas y republicanos, la multiplicación de la violencia por la difusión del uso de las armas de fuego, el enorme crecimiento de la desigualdad social y, finalmente, una redefinición ideológica, con el reordenamiento de las fuerzas políticas.
Proyecto
INCT para Estudios sobre Estados Unidos (nº 14/50935-9); Modalidad Proyecto Temático; Acuerdo CNPq-INCTs; Investigador responsable Sebastião Carlos Velasco e Cruz (Unicamp); Inversión R$ 2.849.536,80