El 20 de enero, inmediatamente después de asumir como presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó varias órdenes ejecutivas. Una de ellas retira al país del Acuerdo de París, un tratado internacional firmado en 2016 por 195 países que prevé medidas para contrarrestar los impactos del cambio climático y limitar el calentamiento global por debajo de los 2 grados Celsius [ºC]. Crítico de las acciones contra el calentamiento global, Trump ya había retirado al país del acuerdo en su mandato anterior, una decisión revertida posteriormente por su sucesor, Joe Biden. Otra disposición retirará a EE. UU. de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el lapso de un año. De los 190 países que integran la OMS, el país norteamericano es el mayor aportante individual, con una contribución de alrededor de 550 millones de dólares anuales, equivalente al 18 % del presupuesto. El director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus, declaró que la organización cumple un papel crucial en la protección de la salud y la seguridad de la población mundial, incluida la estadounidense (CNN Brasil y ONU News, 21 de enero).
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