En busca de respuestas a la crisis sanitaria, social y económica que se instaló en Brasil con la llegada de la pandemia de covid-19, científicos de diversas áreas del conocimiento e instituciones de educación superior del país han establecido, desde marzo de 2020, redes de trabajo con miras a ampliar la interlocución con las autoridades gubernamentales y contribuir en la toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas. Pesquisa FAPESP ha registrado al menos 20 iniciativas de esta índole, que abarcan desde análisis del impacto del virus Sars-CoV-2 entre las poblaciones vulnerables hasta el desarrollo de metodologías que permiten rastrear y prever la dinámica de propagación de distintas clases de virus, y pueden servirles de apoyo a los responsables de la elaboración de medidas de contención.
“En este último año hemos notado que han proliferado los grupos y asociaciones que comenzaron a elaborar análisis y a registrar datos precisos sobre la pandemia, como una forma de aumentar la transparencia de la información que brindan los gobiernos”, dice el sociólogo Glauco Arbix, de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de São Paulo (FFLCH-USP). Un ejemplo de este mecanismo es la Red de Investigación Solidaria, creada por académicos del área de humanidades de la USP con el propósito de colaborar para mejorar las políticas públicas de lucha contra la pandemia elaboradas por el gobierno federal y las administraciones estaduales y municipales (lea en portugués la entrevista “Caçadores de dados”, concedida por Lorena Barberia, en el sitio web de Pesquisa FAPESP). La red es tan solo una de las diversas iniciativas que emprendieron los investigadores de la USP para colaborar en la batalla contra la pandemia. Actualmente congrega a más de 100 expertos, entre politólogos, sociólogos, médicos, ingenieros, economistas y antropólogos. “Hemos elaborado 26 notas técnicas, que se publicaron en boletines semanales distribuidos a más de 10 mil personas”, dice Arbix.
Más allá de su incidencia en el debate público, la red abrió canales de diálogo con los formuladores de políticas, mediante la realización de reuniones con los integrantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo de los estados de São Paulo y Rio Grande do Sul, y audiencias con los gobernadores de Bahía y de Maranhão. “La Secretaría de Salud de Mato Grosso do Sul le solicitó a la red un análisis sobre los test de detección, que sirvieron para planificar medidas de contención destinadas a los municipios”, informa. Además, el grupo organizó seminarios internacionales y uno de ellos contó con la presencia del secretario de gobierno de Buenos Aires (Argentina) y el de finanzas de Bogotá (Colombia), con un público virtual de más de 3 mil personas.
En cuanto al acceso al conocimiento producido en las universidades, Victor Borges, presidente de la Red Nacional de Consorcios Públicos de los Municipios, que congrega a unas 2.700 ciudades de todo el país, explica que, desde marzo de 2020, la organización de seminarios online con la participación de investigadores y administradores públicos es una de las principales herramientas de apoyo de los municipios para la toma de decisiones en la lucha contra la pandemia. “El acceso a los resultados de estudios calificados permite mejorar la formulación de políticas públicas”, sostiene.
Gran parte de los investigadores de la Red de Investigación Solidaria trabajan ad honorem. Merced al aporte de fondos de instituciones tales como el Instituto Betty y Jacob Lafer, el Centro Brasileiro de Pesquisa e Planejamento (Cebrap), las fundaciones Ford y Tide Setúbal, y varias empresas privadas, se otorgaron unas 20 becas a estudiantes de iniciación a la investigación científica y de posgrado, quienes comenzaron a trabajar en el proyecto. Este año, a partir de la oferta de un posgrado sobre pandemias que espera contar con la participación de mil alumnos y con recursos girados por las cuatro Prorrectorías de la USP, el grupo pretende concentrarse en analizar la vacunación, la educación y la sostenibilidad, mediante debates que está previsto realizar en el Concejo Municipal de la ciudad de São Paulo. El primer boletín de este año, que abogó por la necesidad estratégica de priorizar la vacunación de los trabajadores de la salud, identificó quiénes son y cómo están distribuidos en el país esos profesionales, por medio del análisis de bancos de datos, como por ejemplo, el Sistema de Cuentas Nacionales y la Encuesta Nacional por Muestreo Continuo de Domicilios (Pnad Contínua), ambos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), además del Registro Nacional de Establecimientos de Salud (CNES, en portugués) e información de los colegios profesionales (vea la infografía debajo).
Así como la Red de Investigación Solidaria busca actuar de manera abarcadora, con la perspectiva de incidir en el armado de políticas en distintas regiones del país, por otra parte, las redes interdisciplinarias de investigadores se constituyeron con el objetivo de brindarles apoyo a los gestores públicos de regiones específicas. El médico Carlos Magno Castelo Branco Fortaleza, de la Facultad de Medicina de la Universidade Estadual Paulista (FM-Unesp), en su campus de la localidad de Botucatu, por ejemplo, forma parte de un grupo multidisciplinario integrado por geógrafos de la salud, matemáticos, científicos de la computación y cartógrafos cuyo objetivo es estudiar la pandemia y proponer soluciones para el interior paulista. En el primer semestre de 2020, el grupo creó el Radar Covid-19, centrado en el análisis y la recopilación de datos y rumores en Twitter, al respecto de la difusión del nuevo coronavirus por el interior del estado de São Paulo. “Durante el último año hemos monitoreado las citas sobre el covid-19 en la red social y detectamos posibles casos antes de que fueran notificados oficialmente por los sistemas de vigilancia”, explica Castelo Branco Fortaleza. Posteriormente, el grupo relacionó esos informes con los datos oficiales y las búsquedas registradas en Google para elaborar representaciones cartográficas que indicaban los posibles brotes y las vías de transmisión de la enfermedad en el interior del estado. “Comprobamos que cuando el covid-19 llegó al Gran São Paulo y se propagó como un tsunami por la metrópolis ampliada, incluyendo Campinas y Baixada Santista, debido al desplazamiento pendular de sus habitantes entre las distintas ciudades de la región”, relata Castelo Branco Fortaleza. El grupo también determinó que la enfermedad se propagó por el interior paulista a través de sus principales autopistas, afectando en primera instancia a las capitales regionales, tales como Ribeirão Preto, Araçatuba y Presidente Prudente, para llegar después a otros municipios altamente conectados y, sucesivamente, a los menos conectados, y por último a las áreas rurales. “Al detectar el orden de propagación de la enfermedad, demostramos que su diseminación por el estado fue según la jerarquía de tamaño que presentaban las ciudades”, describe. “Los datos se dieron a conocer en reuniones entre nuestro equipo y funcionarios de la gobernación del estado. Estos análisis influyeron en las políticas de contención establecidas para el interior paulista”, informa Castelo Branco Fortaleza, quien forma parte del equipo asesor del gobierno del estado de São Paulo para la elaboración de las directrices del Plan de Contingencia destinado a combatir la pandemia. En este sentido, el médico menciona las estrategias que adoptó el gobierno con miras a controlar la enfermedad en las ciudades polo, como una forma de proteger a los municipios menores.
Los resultados del estudio elaborado por Castelo Branco Fortaleza y otros investigadores de la Unesp fueron presentados a los gestores municipales en el marco de un seminario organizado por la Red Nacional de Consorcios Públicos de los Municipios, durante el primer semestre de 2020. “Al revelar las rutas de propagación del covid-19 por São Paulo, los análisis indicaron que el esfuerzo para combatir la pandemia debe plasmarse en red, pues de nada sirve que tan solo un municipio aislado tome medidas de precaución. Esta información pautó los planes de contención en distintas ciudades”, destaca Borges, de la Red Nacional.
Con base en la experiencia pionera que desarrolló la Unesp surgió un proyecto mayor. “Mediante el uso de técnicas de minería de datos, ahora nos proponemos monitorear, a nivel global, señales precoces de situaciones pandémicas. La idea es identificar si un gran aumento de citas de la palabra fiebre, por ejemplo, o la búsqueda de antipiréticos en una región determinada, son presuntos indicadores del inicio de algún brote”, explica Castelo Branco Fortaleza. Esta iniciativa tiene como objetivo proveer los datos para encauzar acciones globales de vigilancia epidemiológica. “La identificación de posibles brotes epidémicos en regiones con grandes redes de conexiones aéreas, por ejemplo, permite emitir alertas sobre el riesgo de que la enfermedad se propague velozmente por todo el mundo”, dice el investigador.
El proyecto de los investigadores de la Unesp comenzó hace un año como una iniciativa voluntaria, siguiendo el ejemplo de la Red de Investigación Solidaria, y este año comenzó a recibir ayuda de instituciones privadas, tales como la empresa de alimentos JBS y la Federación Industrial del Estado de São Paulo (Fiesp) “Con esos recursos pudimos equipar a los laboratorios gemelos que posee la Unesp en sus campus de Botucatu y Presidente Prudente con potentes computadoras, capaces de realizar minería de datos de todo el mundo”, relata Castelo Branco Fortaleza.
El gerente del programa social “Fazer o Bem Faz Bem” [Hacer el bien hace bien], de JBS, Fernando Meller, explica que la compañía donó 50 millones de reales para financiar 39 investigaciones científicas en 15 estados, orientadas a la lucha contra el covid-19. “Montamos un comité de profesionales médicos y científicos para definir los criterios de inversión. Los proyectos contemplados están vinculados a universidades públicas, institutos de investigación o entidades sanitarias”, comenta, al afirmar que la pandemia ha impulsado un trabajo mancomunado de académicos, empresas y administradores públicos. “El mundo atraviesa una crisis sin precedentes y para enfrentarla se necesita la colaboración de todos. Desde el comienzo de la pandemia, JBS se ha abocado a abordar cuestiones críticas en los países donde opera, buscando dejar un legado para las comunidades”, dice.
El director presidente de la Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii), Jorge Guimarães, afirma que Brasil no se ha preparado para afrontar situaciones de emergencia. A su juicio, la pandemia dejó en evidencia esta falta de preparación, por ejemplo, en el sector biofarmacéutico. “En el segmento de los medicamentos, se importa el 95 % de los componentes de los fármacos que se fabrican localmente. Asimismo, el país es el sexto mercado de consumo de remedios de todo el mundo”, compara. “La pandemia expuso un problema histórico, que es el desapego de las empresas del sector del desarrollo por la investigación aplicada y la innovación”, lamenta, al tiempo que señala la incapacidad del país para producir insumos destinados a la producción de una vacuna propia a corto plazo, y destaca por otro lado su competencia a nivel científico, tecnológico y empresarial. El director presidente del Centro de Gestión y Estudios Estratégicos (CGEE), Marcio de Miranda Santos, también considera que el diálogo entre el mundo académico y el sector público afronta retos y, por eso mismo, el proceso de toma de decisiones en el ámbito de la salud no siempre se basa en los hallazgos de la ciencia. Por otra parte, Miranda Santos vislumbra en el contexto de la pandemia una instancia única para apuntalar el rol de la ciencia en la sociedad. “Nunca hemos visto que la producción científica se desarrollara tan rápido en todo el mundo como ahora”, reflexiona.
El secretario de Políticas Públicas del estado de Maranhão, Marcos Pacheco, explica que una de las primeras disposiciones de la gobernación estadual, en marzo de 2020, fue la creación de una comisión de asesoramiento técnico integrada por científicos. “Fuimos la primera capital de estado de Brasil que decretó el aislamiento, a instancias de este comité”, relata, y explica que la Fundación de Apoyo a la Investigación y al Desarrollo Científico y Tecnológico de Maranhão (Fapema) emitió un pliego para la contratación de 100 estudiantes del área de la salud para desempeñarse en los centros de atención evaluando y derivando a los pacientes con síntomas de covid-19. “Este proceso de estratificación de los riesgos de cada paciente previo a la internación fue fundamental para evitar la congestión y la saturación de los hospitales”, sostiene. Otra de las medidas que se tomaron a partir de las orientaciones del comité consistió en invertir para aumentar la cantidad de camas en los hospitales existentes en lugar de instalar hospitales de campaña. “Así, cuando la pandemia amaine, esas camas podrán servir para la atención de otras enfermedades, o incluso para los pacientes con secuelas del covid-19”, dice.
También con el apoyo de la iniciativa privada, la antropóloga Denise Nacif Pimenta, del Instituto de Investigaciones René Rachou, de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) en la ciudad de Belo Horizonte, y Clare Wenham, de la London School of Economics (LSE), en Inglaterra, participan en la coordinación conjunta de la red Gender & Covid-19, un grupo de investigación internacional dedicado al análisis de las cuestiones de género relacionadas con la pandemia en el contexto global. “El grupo se formó a pedido de la Fundación Bill & Melinda Gates, y cuenta con académicos de nueve países, entre ellos, Inglaterra, Japón, Estados Unidos, Bangladesh, Sudáfrica, Brasil y otros más”, explica Nacif Pimenta. Según ella, el tema suscitó el interés de la fundación tras la publicación de un artículo en la revista científica The Lancet, en marzo de 2020, firmado por científicos británicos, canadienses y estadounidenses, donde se dejaba constancia que a pesar de que la mortalidad del covid-19 es más elevada entre los varones, los impactos económicos, sociales y sanitarios afectan con mayor intensidad a las mujeres. Con base en los resultados preliminares recabados por la red de investigadores, en febrero de este año se publicó un documento con recomendaciones acerca de cómo considerar las cuestiones de género al formular políticas de salud pública.
Para Arbix, de la USP, la falta de articulación entre el gobierno federal, los estados y los municipios en la difusión de la información y en el desarrollo de estrategias de lucha contra la pandemia no solo ha movilizado a los científicos sino también al sector empresarial. “Este último año, muchas empresas han encarado actividades filantrópicas y empezaron a respaldar el desarrollo de investigaciones de interés público, un fenómeno inédito en el país”, realza, citando como ejemplo la donación de mil millones de reales que realizó el Banco Itaú para financiar las actividades del programa Todos por la Salud, que cuenta con la participación de investigadores de la USP y de la Fiocruz.
La plataforma digital Info Tracker, creada en abril de 2020 por cinco matemáticos y científicos de la computación de la Unesp, la USP y la Universidad Virtual del Estado de São Paulo (Univesp), tres de ellos vinculados al Centro de Ciencias Matemáticas Aplicadas a la Industria (CeMEAI), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) en el área de la inteligencia computacional apoyados por la FAPESP, se dedica a sistematizar los datos sobre la dinámica de difusión de la enfermedad. La plataforma informa la tasa de propagación del virus, su número de reproducción y la velocidad de transmisión en el estado de São Paulo y en otras cinco regiones de Brasil. “Hemos desarrollado una metodología para la realización de cálculos matemáticos mediante el uso de la inteligencia artificial, basados en la información recabada en los municipios”, informa el matemático Wallace Correa de Oliveira Casaca, del campus experimental de la Unesp en Rosana e investigador del CeMEAI, quien explica que una de las metas del centro consiste en colaborar en la resolución de problemas prácticos. El centro, cuya sede se encuentra en el campus de la USP en São Carlos, realiza trabajos articulados con las demandas de la municipalidad local. El diálogo con los administradores de otros municipios se expandió durante la pandemia. El equipo de la plataforma ha sido consultado por funcionarios de Limeira, Franca y Presidente Prudente, también en el interior paulista, en busca de ayuda para interpretar datos y entender mejor la coyuntura epidemiológica.
La sistematización de los datos y la producción de análisis para medir la intensidad de la propagación de la pandemia en el país también es el objetivo del Observatorio Covid BR, que congrega a 81 científicos entre los cuales hay médicos, biólogos y matemáticos, entre otros. Mediante matemáticos y el recabado de datos oficiales, el proyecto plantea distintos escenarios de difusión de la enfermedad, con el propósito de colaborar en la planificación de las políticas públicas.
En respuesta a una convocatoria efectuada por la coordinación de la Red de Geógrafos de la Salud, que agrupa a investigadores de todo el país, el geógrafo Rivaldo Mauro de Faria, de la Universidad Federal de Santa Maria (UFSM), desarrolló a su vez un proyecto destinado a mapear los sitios en condiciones precarias del municipio homónimo del estado de Rio Grande do Sul, que por eso mismo son más susceptibles a la proliferación del virus. La idea es facilitarle a la administración de la ciudad el acceso a información estratégica que les permita luchar contra la pandemia en un contexto de desigualdad social. “Mediante un trabajo conjunto con infectólogos y epidemiólogos comenzamos a monitorear, utilizando distintos software de geoprocesamiento, la proliferación del covid-19 para determinar, en tiempo real, la ubicación de los casos y fallecimientos confirmados”, relata De Faria. A diferencia de los proyectos mencionados con anterioridad, la iniciativa en Santa Maria se está llevando a cabo en forma conjunta con la Secretaría de Salud. Esto quiere decir que las tareas de vigilancia epidemiológica del municipio se basan en los datos recopilados. En un principio, el proyecto trabajaba con la hipótesis de que en Rio Grande do Sul la mortalidad sería mayor que en el resto del país, dada la gran cantidad de adultos mayores entre su población. Esa proyección no se confirmó. “La mortalidad del covid-19 está más relacionada con las condiciones de vida de la población, tales como la existencia de enfermedades previas y las formas precarias de vida”, dice el geógrafo, para quien el trabajo en red es fundamental para detectar las especificidades que exhibe la pandemia en Rio Grande do Sul.
La apertura de concursos y convocatorias públicas también ha propiciado la creación de redes de trabajo. La Red Covid-19 Humanidades MCTI, constituida con recursos disponibles a partir de un encargo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, cuenta con más de 90 investigadores, en su mayoría antropólogos y sociólogos de 14 estados brasileños, que estudian los impactos sociales de la pandemia en diversas poblaciones. El coordinador del proyecto, el antropólogo Jean Segata, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), explica que, por ahora, el equipo está trabajando en la recolección de datos para formular recomendaciones destinadas a la elaboración de políticas públicas en distintas regiones de Brasil en 2022, dirigidas a públicos específicos.
Entre las poblaciones comprendidas en el estudio figuran los profesionales de la salud, ancianos, artistas, choferes, repartidores y trabajadores de frigoríficos. “La pandemia ha demostrado que las políticas públicas dirigidas al cuidado de la salud en un país tan diverso y desigual como Brasil deben tener en cuenta las peculiaridades locales”, sostiene Segata. Así, cita como ejemplo la recomendación de lavarse las manos y utilizar mascarillas, que permiten combatir la propagación del virus, pero son prácticamente inviables para los grupos que no tienen acceso al saneamiento o el dinero suficiente como para costear siquiera una canasta básica de alimentos. Otro ejemplo son las políticas de distanciamiento social y la recomendación de quedarse en casa que, pese a ser unas de las herramientas más eficaces en la lucha contra el covid-19, tampoco son válidas para quienes prestan servicios esenciales. “En los primeros seis meses de la pandemia, cuando el distanciamiento social fue más acentuado, registramos unos 6 mil casos de personas contagiadas en los frigoríficos, considerados como un servicio esencial”, informa el antropólogo. En ese período, los casos representaron el 33 % de los contagios en Rio Grande do Sul. “Hemos detectado que la industria de la carne fue la responsable de la circulación del virus en el estado, algo que con la adopción de políticas específicas para el sector de los frigoríficos podría haberse evitado”, argumenta.
Al recordar que la base del trabajo de los antropólogos es el desarrollo de la investigación de campo, Segata dice que, debido a la necesidad de cumplir con el distanciamiento social, el equipo implicado en el proyecto está realizando esa parte del estudio recurriendo a plataformas de comunicación online. “Este aspecto nos ha impuesto un enorme desafío. La metodologías que estamos desarrollando introducirán en los estudios antropológicos nuevas perspectivas de intervención durante los próximos años”, anticipa.
Tal como ocurrió con la industria cárnica, el antropólogo comenta que el proyecto se plantea identificar las experiencias con el virus en poblaciones específicas, como una forma de colaborar en la elaboración de políticas públicas orientadas hacia las poblaciones vulnerables. “El virus, por sí solo, no genera una pandemia, la cual solo es posible a partir de ciertas condiciones materiales y las prácticas políticas que propician su propagación”, dice. Además de los académicos de la UFRGS, entre los integrantes de la red también hay investigadores de la Fiocruz, de la Universidad de Campinas (Unicamp), de la Universidad de Brasilia (UnB), del Centro Universitario para el Desarrollo de Alto Vale do Itajaí (Unidavi) y de las universidades federales de Santa Catarina (UFSC) y de Rio Grande do Norte (UFRN). “La investigación en red hace posibles respuestas más rápidas y resulta clave en las cuestiones que atañen a la pandemia, que requiere acciones multidisciplinarias”, dice, a la vez que informa que el proyecto dispone de una financiación de 2 millones de reales, a cuenta del encargo del MCTI, y se espera que se mantenga hasta julio de 2022.
Otro proyecto contemplado en un pliego de concurso del ministerio lleva a cabo un mapeo epidemiológico del covid-19 a partir del análisis de la red de alcantarillado en la localidad de Santo André, en la región denominada ABC paulista. El coordinador de esta iniciativa, el biólogo Rodrigo Bueno, del Centro de Ingeniería, Modelado y Ciencias Sociales Aplicadas de la Universidad Federal del ABC (Cecs-UFABC), revela que se están monitoreando distintos puntos de la red cloacal, incluyendo zonas más vulnerables socioeconómicamente, áreas de clase media y alta, sectores con mayor concentración de hospitales destinados al tratamiento de la enfermedad y zonas con viviendas precarias. La duración del proyecto está prevista hasta junio de 2022 y supone la creación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT) tanto para el covid-19 como para otros patógenos. “Los datos más recientes del estudio revelan que, en la región del ABC, la cantidad de infectados es entre dos y tres veces mayor en comparación con las cifras dadas a conocer oficialmente por el sistema de vigilancia epidemiológica. Esta diferencia puede explicarse por el hecho de que el mapeo también registra los casos asintomáticos”, subraya. Y explica que el rastreo se efectúa por medio de recolecciones semanales en la red cloacal en puntos preestablecidos, que incluyen desde estaciones de tratamiento de aguas cloacales hasta estructuras ubicadas en barrios específicos. “El ARN del virus causante de la enfermedad, el Sars-CoV-2, se elimina a través de la materia fecal de los individuos infectados, incluso los asintomáticos”, explica. Según Bueno, se está conformando una red con investigadores de 12 instituciones cuyo propósito será el monitoreo permanente de la red de alcantarillado. “Pretendemos trabajar en forma articulada con el Ministerio de Salud, las distintas secretarías y las compañías de saneamiento”, anticipa el investigador.
Como parte de un concurso abierto por la universidad para la financiación de proyectos de intervención en el escenario que ha desencadenado la pandemia, la socióloga y abogada Alessandra Teixeira, también del Cecs-UFABC, coordinó un estudio tendiente a elaborar un registro de los servicios y organismos centrados en combatir la violencia contra las mujeres en los municipios que integran el ABC. “La red de lucha contra la violencia de género es deficiente y heterogénea. La información sobre la existencia, en cada municipio, de Comisarías Especializadas de Atención a la Mujer [Deam, por sus siglas en portugués], albergues y centros de referencia y juzgados específicos es dispersa y de difícil acceso”, comenta Teixeira. Como resultado del trabajo conjunto de cinco investigadoras de la universidad y estudiantes de grado, de posgrado y organizaciones de la sociedad civil, el proyecto diseñó material didáctico con información sobre todas las instituciones que forman parte de esta red en cada uno de los siete municipios que componen el ABC. “Además de ayudar a las mujeres a entender el flujo del servicio, elaboramos un diagnóstico de las redes en cada ciudad, identificando los sitios donde existen problemas y proponiendo mejoras”, explica la socióloga. Desde finales del año pasado, el material didáctico se encuentra a disposición en las instituciones que prestan esos servicios y en las sedes de las organizaciones sociales civiles.
Las redes de investigadores también se han constituido para analizar las políticas públicas de lucha contra la pandemia. Un estudio coordinado por las universidades Cornell y Harvard, en Estados Unidos, está comparando las respuestas gubernamentales de 16 países, entre los cuales figura Brasil, en lo que respecta a la salud pública, la economía y la política en el marco de la pandemia. El proyecto, financiado por la National Science Foundation (NSF) y por el Schmidt Futures, una institución estadounidense privada que busca acercar a los científicos a las políticas públicas, contó con la participación de Marko Monteiro y el investigador de posdoctorado Alberto Urbinatti, del Instituto de Geociencias de la Universidad de Campinas (IG-Unicamp). Con una propuesta similar, la Escuela de Administración de Empresas de la Fundación Getúlio Vargas (Eaesp-FGV) desarrolla una investigación con miras evaluar el patrón de respuesta de distintos países y sistemas de salud para controlar el covid-19. En el caso de Brasil, se están analizando los protocolos de contención adoptados por los estados y los municipios y sus impactos en las estructuras de asistencia sanitaria.
Por último, Borges, de la Red Nacional de Consorcios Públicos de los Municipios, señala las áreas que requerirán de la cooperación entre los administradores públicos y el ámbito académico, entre ellas el tratamiento de enfermedades que han quedado postergadas a raíz de la crisis sanitaria actual. “Será fundamental que los municipios dispongan de estudios que los ayuden a organizar la planificación y el flujo de los tratamientos destinados a esas enfermedades”, informa. Otra de esas áreas es la educación. “La falta de clases presenciales ha afectado, sobre todo, a los alumnos de las regiones carenciadas, con escaso acceso a internet. Necesitaremos que la academia nos ayude a entender cómo puede compensarse el déficit de aprendizaje de esos alumnos”, culmina.
Proyecto
CeMEAI – Centro de Ciencias Matemáticas Aplicadas a la Industria (nº 13/07375-0); Modalidad Centro de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid); Investigador responsable José Alberto Cuminato (USP); Inversión R$ 40.636.964,70
Artículo científico
WENHAM, C. et al. Covid-19: The gendered impacts of the outbreak. The Lancet. p. 846-8. mar. 2020.
Documento
ROSSER, E. N. et al. How to create a gender-responsive pandemic plan: Addressing the secondary effects of Covid-19. Gender and Covid-19 Project.