Imprimir Republish

Cientometría

Estudios antiguos y con poca repercusión cobraron visibilidad durante la pandemia y ayudaron a combatir al nuevo coronavirus

Son trabajos que abordan el mecanismo del Sars-CoV-1, causante del síndrome respiratorio agudo grave, y posibles tratamientos

Anna Cunha

Un fenómeno peculiar de la cientometría, el área que estudia la producción científica a partir de indicadores, volvió a manifestarse durante la pandemia: las llamadas “bellas durmientes”, artículos científicos que empiezan a recibir citas tras años o décadas de haber sido publicados. Más de una docena de trabajos dados a conocer entre 2003 y 2015 –y que hasta entonces habían tenido poca o nula repercusión– “despertaron” en medio de la crisis sanitaria, cobrando importancia en la lucha contra el nuevo coronavirus. Esta conclusión es parte de una investigación realizada por un dúo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia.

Con base en datos extraídos de Web of Science, ellos analizaron los índices de citas de 27.460 artículos publicados en ese período que tratan sobre las diversas variantes de la familia del coronavirus e infecciones respiratorias en general, y hallaron 15 trabajos cuyo comportamiento es el característico de los papers dormidos, es decir, que despertaron cierto interés en los primeros años posteriores a su publicación, pero con el tiempo fueron perdiéndolo hasta pasar desapercibidos para la comunidad científica; hasta que fueron redescubiertos o revisados. El 9 de marzo de 2022, cuando concluyeron el estudio, uno de estos documentos sumaba 3.477 citas, cuando el promedio para cada uno de ellos era de 1.090.

Algunos de los artículos que recuperaron visibilidad a partir de 2020 abordan diversos aspectos relacionados con el mecanismo de acción del Sars-CoV-1, causante del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (Sars, por sus siglas en inglés), y posiblemente permanecieron dormidos porque el brote de esta enfermedad, en 2002, duró poco tiempo. Uno de ellos, publicado en 2003 en la revista Nature, investigaba cómo el Sars-CoV-1 utilizaba la enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA2) para infectar a las células humanas. Entre 2010 y 2019, ese estudio recibió, en promedio, 33,6 citas por año. En 2020, hubo 1.139 referencias al paper, que al día de hoy acumula algo más de 3.500 menciones. Los resultados presentados en ese estudio llevaron a que otros científicos evaluaran si el Sars-CoV-2 utilizaba el mismo mecanismo, y lo confirmaron. Este conocimiento le permitió a la comunidad académica avanzar en el desarrollo de estrategias para limitar la acción del patógeno.

Otros trabajos han indagado en posibles formas de tratamiento del Sars, como es el caso de dos artículos. El primero, publicado en 2005 en la revista Virology Journal, se centró en el potencial del medicamento antipalúdico cloroquina como inhibidor de la infección causada por el Sars-CoV-1. El otro, publicado en 2015 en Journal of Infectious Diseases, llevó a cabo un rastreo en la literatura específica en busca de evidencias sobre la efectividad del plasma de personas convalecientes en los individuos acometidos por la enfermedad; ambas estrategias fueron probadas exhaustivamente en pacientes con covid-19, pero los resultados no se mostraron efectivos. Asimismo, en un artículo de 2003, publicado en la revista The Laryngoscope, se analizaba cómo realizar una traqueotomía segura a los pacientes infectados con Sars. En otro, de 2008, publicado en PLOS ONE, se analizaba cómo podían atenuar las mascarillas la propagación de las infecciones respiratorias entre la población. Según los datos que constan en Web of Science, este estudio, que venía registrando menos de 10 citas por año, sumó 95 menciones en 2020 y 89 en 2021.

Los casos de los artículos durmientes no siempre son raros para la ciencia, si bien es difícil prever los factores que ayudan a despertarlos (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 256). En general, los “príncipes” responsables de romper el encantamiento y desencadenar el interés de la comunidad académica por estos trabajos están asociados a nuevos hallazgos científicos. En algunos casos, no obstante, podrían ser fruto de otra clase de acontecimientos, como el brote de una enfermedad. “Cuando esto sucede, se inicia un efecto en cascada, en el cual los propios artículos, una vez despiertos, empiezan a actuar como príncipes, ayudando a catalizar también nuevas citas para los trabajos que aparecen en sus referencias”, dice Abel Packer, coordinador de la biblioteca de revistas de acceso abierto SciELO Brasil. Es posible que esto es lo que haya ocurrido con las bellas durmientes del covid-19, según los análisis realizados por científicos de la Universidad de Sfax, en Túnez, basándose en los resultados del dúo australiano.

Es difícil evaluar si un artículo poco citado tiene potencial para ampliar su impacto

En Brasil se ha observado un fenómeno similar, aunque a menor escala. En este sentido, uno de los artículos destacados fue publicado en 2013 en la revista Influenza and Other Respiratory Viruses por el grupo de la infectóloga Nancy Bellei, del Departamento de Medicina de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Junto a la biomédica Tatiane Karen Cabeça, entonces estudiante de doctorado bajo su dirección, analizaron las características clínicas y epidemiológicas de varias cepas de patógenos de la familia de los coronavirus en distintos grupos de pacientes, comprobando, ya por esa época, que eran capaces de causar algo más que enfermedades leves de las vías respiratorias y que las personas con comorbilidades eran más propensas a infectarse y desarrollar cuadros graves. El estudio, financiado por la FAPESP, recibió, en promedio, cuatro citas por año entre 2014 y 2019. En 2020, sin embargo, las menciones fueron 28 y, en 2021, 22, según la investigación realizada por Packer para la elaboración de este reportaje.

Bellei atribuye la repercusión del trabajo a su propuesta abarcadora: estudiar diferentes variantes de coronavirus y analizar sus efectos en poblaciones diversas a lo largo de varios años. “Sabíamos que estos virus eran capaces de saltar de especies animales al ser humano y lo vimos ocurrir en dos ocasiones, en 2002, con el Sars, y en 2012, con el virus del Síndrome Respiratorio de Medio Oriente, el Mers”, destaca. “Los casos de Mers se limitaron a Medio Oriente, pero estaba claro que esos dos patógenos podían llegar a desencadenar un problema mayor”.

El pronunciado incremento de la cantidad de citas observado para estos trabajos indica que los estudios realizados con el propósito de avanzar en el conocimiento, sin una aplicación inmediata o aparente, podrían resultar decisivos para prevenir y mitigar nuevas enfermedades. “La ciencia se construye sobre la misma ciencia”, subraya Packer. “Siempre que a los científicos se les presenta un problema nuevo, recurren a lo que se ha producido en el pasado para encauzar sus propias investigaciones, a menudo replicando experimentos anteriores para sentar las bases de nuevas hipótesis. Es como una caja de herramientas a la cual se recurre cuando tenemos que reparar algo”. Empero, para ello es necesario que exista un cuerpo de científicos calificados capaces de producir y acumular conocimiento.

En Brasil, un ejemplo reciente fue la Red de Investigaciones sobre el Virus del Zika en São Paulo (Red Zika), un equipo de trabajo creado en 2015 para estudiar todo lo que fuera posible sobre este patógeno. “Esta pronta reacción fue factible porque durante muchos años se invirtió en la creación de laboratorios de virología en el estado de São Paulo y en la capacitación de mano de obra científica de calidad”, comenta Bellei, quien no fue parte de la Red. “Tanto la infraestructura de investigación creada en el pasado como la financiación permanente de estudios básicos sobre patógenos diversos, tales como el del dengue y el de las fiebres amarilla y chikunguña, nos han permitido acumular y disponer de información esencial en un momento de emergencia asociado al zika”, comenta Packer. “Esto refuerza la importancia de invertir en el conocimiento y en la formación de investigadores sin preocuparse por resultados inmediatos”.

Artículos científicos
TURKI, H. et al. Awakening sleeping beauties during the covid-19 pandemic influences the citation impact of their references. Scientometrics. v. 127, p. 6047-50. ago. 2022.
HAGHANI, M. y VARAMINI, P. Temporal evolution, most influential studies and sleeping beauties of the coronavirus literature. Scientometrics. v. 126, p. 7005-50. jun. 2021.
CABEÇA, T. K. et al. Epidemiological and clinical features of human coronavirus infections among different subsets of patients. Influenza and Other Respiratory Viruses. v. 7, n. 6, p. 1040-7. mar. 2013.

Republicar