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Trayectorias

Exploración emprendedora

Una investigadora aprovecha el nicho del mercado de las licencias ambientales

Léo RamosLa arqueóloga y empresaria Solange Caldarelli suele decir que tenía una visión “estrictamente académica” en sus tiempos de investigadora. En 10 años, ella pasó por el desaparecido Instituto de Prehistoria de la Universidad de São Paulo (USP), vinculado a la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas, y por el Museo Paraense Emílio Goeldi, en los cuales se abocó a la investigación básica en arqueología. En 1988, rompió con la vida académica para dedicarse al en ese entonces incipiente mercado de la arqueología aplicada a las licencias ambientales. “Y me enamoré de esta rama de la arqueología”, comenta Caldarelli. En poco tiempo, fundó Scientia Consultoria, una empresa en la cual se desempeña como directora desde hace casi 25 años. Esta consultora cuenta actualmente con 200 empleados en todo el país, y clientes en los sectores de logística, minería, construcción civil y energía eléctrica.

Al igual que la arqueología practicada en las universidades, la arqueología empresarial –o por contrato, como también se la conoce– busca evidencias del pasado. Pero su finalidad consiste en evaluar los impactos que los emprendimientos pueden ocasionar sobre materiales del pasado, y apuntar medidas tendientes a evitarlos. “Este trabajo forma parte del proceso de licencia ambiental, necesario para que una obra se ponga en marcha”, explica Solange Caldarelli. Gracias a esta vía empresarial, ella y su equipo tuvieron la oportunidad de investigar más de 100 sitios arqueológicos detectados en donde actualmente se construye la central hidroeléctrica de Belo Monte, en el estado de Pará. Este ejemplo ilustra el buen momento de la arqueología empresarial en Brasil, impulsada por las grandes obras de infraestructura. “Hoy en día, el arqueólogo que desee actuar en el campo de las licencias ambientales debe saber que trabajará en un ambiente polifacético: tendrá que vérselas con temas de derecho ambiental y biología por ejemplo”, dice Caldarelli.

A los interesados en trabajar en el área, ella les recomienda que busquen pasantías en empresas especializadas. “La universidad suministra las condiciones a quienes desean seguir una trayectoria académica en arqueología, pero no prepara a los profesionales para actuar en el terreno de las licencias ambientales”. Por estas razones, su transición desde la universidad hacia el mercado de la arqueología fue producto del esfuerzo personal para buscar referencias que en esa época se hallaban en el exterior. “Tuve que trazar los caminos de mi formación. Hice cursos en el exterior y procuré relacionarme con las personas adecuadas, quienes actualmente son consideradas pioneras de la evaluación ambiental en el país”, dice Solange.

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