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Memoria

Goethe a la brasileña

La producción literaria del poeta alemán tuvo influencia de obras de naturalistas que viajaron por Brasil en el siglo XIX

Tulipanes, prímulas y rosas ilustran el estudio de Goethe Die Metamorphose der Pflanzen [La metamorfosis de las plantas]

Reproducciones del libro Lebensfluten – Tatensturm | Reproducción del libro Bis and Die Sterne Weit Tulipanes, prímulas y rosas ilustran el estudio de Goethe Die Metamorphose der Pflanzen [La metamorfosis de las plantas]Reproducciones del libro Lebensfluten – Tatensturm | Reproducción del libro Bis and Die Sterne Weit

En 1817, en vísperas del casamiento de la archiduquesa Leopoldina con el príncipe heredero y futuro emperador de Brasil, dPedro, comenzó a planificarse en Austria lo que luego se conoció como la expedición austríaca, una investigación científica que trajo al país a investigadores y artistas que vinieron a estudiar y retratar especies y ecosistemas propios de la biodiversidad brasileña. Entre los miembros de la comitiva que acompañó a la archiduquesa en su viaje nupcial a Brasil, se encontraban el zoólogo Johann Baptist von Spix y el botánico Carl Friedrich von Martius, quienes iniciaron desde Río de Janeiro una larga expedición por el interior del país. El viaje dio origen a la obra Flora brasiliensis, que reveló particularidades de Brasil al Viejo Mundo. Esa historia, bien documentada, fue la base para otra, menos conocida: las literaturas de viaje incluyeron a Brasil en el ámbito de estudios e intereses del poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), quien no sólo intercambió correspondencia con Martius, sino que se encontró con él varias veces luego de que éste último regresara a Alemania.

El 13 de septiembre de 1824, Goethe registró en su diario la visita de Martius a su casa en Weimar, Alemania. Entre otros detalles de la entrevista, el poeta menciona haber colgado en su despacho un gran mapa de Brasil en homenaje al naturalista, al cual se refería denominándolo como “el brasileño Martius”. “Podríamos tomar ese gesto como un símbolo del interés que demostró Goethe por Brasil en varios momentos de su vida”, dice el investigador Marcus Mazzari, del Departamento de Teoría Literaria y Literatura Comparada de la Universidad de São Paulo (USP). Éste estudió los diarios de Goethe y consultó sus fichas de extracciones en la biblioteca de Weimar, que registran el retiro de varios libros sobre Brasil, entre los que figura Reise nach Brasilien in den Jahren 1815 bis 1817 [Viaje por Brasil entre 1815 y 1817], del príncipe Maximilian zu Wied-Neuwied, el primer naturalista de renombre llegado desde Alemania para estudiar Brasil. En esa obra, que data de 1820, Wied-Neuwied ofrece un registro de los sitios que visitó, con descripciones sobre la geología, fauna y flora, además de los habitantes y sus costumbres. En otro tramo de su diario, Goethe consigna la lectura del libro Travels in the Interior of Brazil [Viaje al interior de Brasil], publicado en 1812 por el geólogo inglés John Mawe.

Goethe: un constante intercambio científico con naturalistas alemanes

Wikipedia Goethe: un constante intercambio científico con naturalistas alemanesWikipedia

En el mes de marzo, Mazzari presentó esos y otros aspectos de sus investigaciones sobre las relaciones de Goethe con científicos que viajaron por América del Sur en el siglo XIX en un coloquio en la Biblioteca Brasiliana Mindlin, en la USP. Según el investigador, el poeta alemán comenzó a interesarse por Brasil en 1782, cuando escribió dos poemas, intitulados Brasilianisch, inspirados en el ensayo “Des cannibales” [Caníbales] del filósofo francés Michel de Montaigne (1533-1592). En el mismo, Montaigne realiza una interpretación de dos canciones en idioma tupí que oyera en Rouen, Francia, de tres indígenas brasileños. La relación de Goethe con Brasil se intensificó cuatro décadas más tarde, a partir de su contacto personal con Martius y las primeras versiones de lo que luego se convertiría en Flora brasiliensis, que el poeta alemán leyó y releyó mientras elaboraba la conclusión de Fausto II, la segunda parte de su obra clásica. “En Fausto II hay diversas metáforas botánicas, que tal vez deriven del intenso intercambio científico que Goethe estableció con Martius”, explica Mazzari.

El naturalista llegó a enviarle a Goethe muestras del material recogido durante su expedición a Brasil, algo que habría influido en las concepciones del poeta acerca del formato de las plantas y su proceso de metamorfosis. En marzo de 1831, Goethe retiró otra vez de la biblioteca de Weimar el atlas de la descripción del viaje de Spix y Martius por Brasil, mientras se enfrascaba en los estudios hechos por el botánico sobre la vegetación brasileña. Al estudiar a Brasil, el escritor estaba interesado en dos temas: geología y botánica, especialmente en la teoría de Martius sobre la “tendencia espiral de las plantas”. Según opina Mazzari, eso revela la amplitud de los intereses de Goethe, que investigó sobre varias áreas del conocimiento e intercambió correspondencia con los científicos más influyentes de su época hasta el fin de sus días.

Reproducción de una especie en el libro Flora brasiliensis, de Martius, autor de una teoría sobre la “tendencia espiral de las plantas”

Reproducciones del libro Lebensfluten – Tatensturm | Reproducción del libro Flora Brasiliensis Reproducción de una especie en el libro Flora brasiliensis, de Martius, autor de una teoría sobre la “tendencia espiral de las plantas”Reproducciones del libro Lebensfluten – Tatensturm | Reproducción del libro Flora Brasiliensis

Las obras de Goethe también le sirvieron a Martius para perfeccionar sus recursos literarios. El joven botánico, en sus años en Brasil, llevaba consigo los libros Fausto I y Metamorfosis de las plantas, la investigación botánica de Goethe que se publicó por primera vez en 1790. “Los escritos de Martius revelan excelentes recursos literarios, tal como lo demuestra el relato Reise in Brasilien in den Jahren 1817 bis 1820 [Viaje por Brasil entre 1817 y 1820]”, destaca Mazzari. La lectura de las obras de Goethe, principalmente del Fausto I, parece haber sido de importancia para su impronta como escritor. Durante la expedición brasileña, especialmente en la etapa amazónica, el naturalista redactó poemas sobre los paisajes visitados y se los envió a Goethe. Otro ejemplo del interés literario de Martius puede verificarse en Frey Apollonio. Roman aus Brasilien, erlebt und erzählt von Hartoman [Frey Apollonio – Una novela de Brasil], redactada en 1831 y ambientada en el país.

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