La luz emitida por una fibra óptica recorre el ecuador de una microesfera de vidrio y a cada giro interactúa con el grafeno depositado sobre su superficie, en el marco de una investigación realizada en el Centro de Estudios Avanzados en Grafeno, Nanomateriales y Nanotecnologías (MackGraphe) en colaboración con el Centro de Investigaciones en Fotónica de la Universidad de Campinas (Photonicamp). Compuesto por tan solo una capa de átomos de carbono, el grafeno es casi transparente: deja pasar el 98% de la luz. La medición de la perturbación de la luz que ejerce una lámina de ese material constituye precisamente un indicador de su calidad.
Imagen enviada por Kamila Tieppo, alumna de grado de la carrera de ingeniería eléctrica en la Universidad Presbiteriana Mackenzie
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