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Tecnología

Herramientas computacionales

Una convocatoria del Instituto Microsoft Research-FAPESP contempla proyectos sobre biodiversidad, bioenergía y cambios climáticos

EDUARDO CESARCuatro proyectos de investigación han sido aprobados en la nueva llamada del Instituto Microsoft Research-FAPESP de Investigaciones en Tecnología de la Información, una iniciativa conjunta de la FAPESP y Microsoft que apunta obtener avances en el conocimiento en tecnología de la información y también desarrollar aplicaciones de impacto social. Esta convocatoria, la tercera desde el lanzamiento del instituto en 2007, incluye proyectos que presentan fuerte sinergia con programas de la FAPESP, como el de la conservación de la biodiversidad (Biota), o el de bioenergia (Bioen) y el de cambios climáticos globales.

Uno de los proyectos contemplados es el SinBiota 2.0: pensando los próximos 10 años. Su ambición es desarrollar nuevas herramientas computacionales para el Sistema de Información Ambiental (SinBiota), que reúne e integra las informaciones producidas por los investigadores de los proyectos vinculados al Programa de Investigaciones en Caracterización, Conservación, Restauración y Uso Sostenible de la Biodiversidad del Estado de São Paulo, conocido como Biota-FAPESP. Actualmente el SinBiota permite vislumbrar la distribución de las especies catalogadas en el territorio paulista sobre una base cartográfica digital. El objetivo es actualizar ese sistema, incluyendo herramientas que, por ejemplo, corrijan automáticamente errores de digitación de los nombres de nuevas especies. El nuevo sistema será modular, y permitirá que en el futuro se creen  nuevas interfaces capaces de promover el cruzamiento de datos de la biodiversidad, por ejemplo, con  informaciones socioeconómicas o climáticas de la región analizada. “Debido a que el SinBiota fue concebido hace 10 años y el programa Biota está entrando en una nueva fase, este momento es más que oportuno para actualizar el sistema”, dice el coordinador del proyecto Carlos Joly, que es profesor del Instituto de Biología de la Universidad Estadual de Campinas y coordinador do Biota-FAPESP.

El proyecto, intitulado Tecnología de la información aplicada a la genómica para la bioenergía: anotación probabilística mediante el empleo de inteligencia artificial, es coordinado por el físico Ricardo Vêncio, docente del Departamento de Genética de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo. La propuesta consiste en desarrollar métodos que utilicen la inteligencia artificial (redes bayesianas) para intentar caracterizar las funciones de genes de la caña de azúcar. La misma una forte sinergia con investigadores del Programa FAPESP de Investigación en Bioenergía (Bioen). Una de las coordinadoras del Bioen, la investigadora Glaucia Mendes de Souza, participa de la iniciativa. “El abordaje es innovador porque no se limita a atribuir a una secuencia de genes de un organismo las funciones observadas en una secuencia similar de otro ser vivo”, dice Vêncio. “La idea es utilizar algoritmos que contemplen la incertidumbre contenida en esa asociación, de manera tal de caracterizar la confiabilidad del resultado”, afirma. Los resultados darán apoyo a investigaciones del Bioen sobre mejoramiento de cultivares de caña para la producción de biomasa, pero la metodología es genérica y también podrá aplicarse al estudio del genoma de agentes de enfermedades tales como la malaria y el Chagas, entre otras.

Coordenado por Agma Juci Machado Traina, del Instituto de Ciencias Matemáticas y de Computación de la Universidad de São Paulo (ICMC-USP), el proyecto Desarrollo de métodos y técnicas de procesamiento de datos para el apoyo a investigaciones de cambios climáticos, con énfasis en agrometeorología,  apunta a perfeccionar modelos agroclimáticos evaluando y cruzando grandes volúmenes de datos recabados por sensores y de imágenes de sensoriamiento remoto. “Nuestra meta consiste en crear modelos y algoritmos que permitan identificar tendencias y establecer correlaciones en esos grandes volúmenes de datos, para ayudar así a los expertos en agrometeorología en la toma rápida de decisiones”, dice Agma. Los nuevos métodos permitirán un pronóstico más preciso y con frecuencia diario o semanal de fenómenos climáticos regionales, con aplicación para la defensa civil, o el tratamiento de recursos hídricos y la agricultura.

Biosfera
En tanto, el proyecto intitulado Desarrollo y aplicación de una red de geosensores para el monitoreo ambiental, coordinado por Celso von Randow, del Centro de Ciencias del Sistema Terrestre (CCST) del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), propone el desarrollo de un sistema para recabar datos sobre las interacciones entre la biosfera y el ambiente de la superficie terrestre en regiones heterogéneas y complejas. En el primer experimento se instalarán 50 sensores en el área de investigación del Programa de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera de la Amazonia (LBA). Luego se instalarán hasta mil sensores en la región. “Esto creará la posibilidad de monitorear con minuciosidad las pequeñas variaciones de temperatura y humedad que ocurren dentro y arriba de áreas de selva”, dice Randow. La red tendrá capacidad de hacer mediciones frecuentes de temperatura y humedad del ambiente, que ayudarán a comprender el desplazamiento del aire en la selva y los intercambios de energía y masa, tales como carbono y agua.

El Instituto Microsoft Research-FAPESP de Investigaciones en TI ha apoyado investigaciones en la frontera del conocimiento en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICs) mediante proyectos con capacidad para ampliar el acceso por parte los ciudadanos a las nuevas tecnologías. En las dos primeras llamadas se aprobaron alrededor de 2,5 millones de reales para el financiamiento de propuestas en las áreas de salud, educación, inclusión digital, agricultura y gobierno electrónico. Para el tercer llamado, los recursos disponibles ascienden a un millón de reales.

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