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Arqueología

Huesos rotos de mastodonte sugieren la presencia de homínidos en California hace 130 mil años

Tom Deméré/ Museo de Historia Natural de San Diego Marcas y fracturas en hueso fosilizado de mastodonte sugieren que el ejemplar fue roto en forma premeditada por homínidosTom Deméré/ Museo de Historia Natural de San Diego

Hace 130 mil años había homínidos rompiendo huesos de mastodonte para extraerles el tuétano o fabricar herramientas y otros objetos en la región donde hoy se encuentra San Diego, en el sur del estado de California (EE.UU.), en la frontera con México. Esta afirmación, altamente controversial, se basa en las conclusiones de un estudio liderado por científicos del Centro para la Investigación Paleolítica Americana, en Estados Unidos (Nature, 27 de abril). El grupo analizó un conjunto de huesos de esa especie de fauna extinta hallados en 1992 cuando se realizaban obras para la construcción de una carretera. Sorprendentemente, junto a ese material había piedras del tipo empleado por los humanos prehistóricos para romper objetos duros. Las marcas y las características de las fracturas observadas en los huesos grandes del animal, como el fémur, indican que se los partió deliberadamente, aún frescos, al tiempo que las costillas y vértebras, más delicadas, permanecieron intactas. De acuerdo con los investigadores, el buen estado de conservación de los huesos menores y el hecho de que el material estuviera concentrado en un mismo sitio descartan la posibilidad de que el flujo de las aguas de un antiguo río que corría por ahí haya sido el causal de ese patrón de disposición de los fósiles. Los únicos candidatos responsables de la ruptura de los huesos mayores serían homínidos indeterminados, ya que no había carnívoros lo suficientemente fuertes como para romper el inmenso fémur de un paquidermo. Los investigadores llevaron a cabo experimentos en Tanzania utilizando piedras  similares a las del sitio arqueológico californiano para quebrar huesos de elefante y detectaron marcas y fracturas similares. Lo más sorprendente del estudio fue que la edad del esqueleto del mastodonte fue estimada en unos 100 mil años antes que el registro más antiguo que se tenía de humanos de la especie Homo Sapiens en toda América. La difícil datación surgió de análisis que miden los niveles relativos de los elementos uranio y torio en los huesos. Este hallazgo causó revuelo entre arqueólogos y bioantropólogos, pues sugiere una revisión completa del momento en que los homínidos arribaron a América. Mientras no se encuentren vestigios más convincentes de esos seres humanos antiguos, muchos científicos permanecerán escépticos.

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