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Pesquisa Fapesp 20 Años

Investigación a las claras

La revista, lanzada en octubre de 1999, dotó de mayor visibilidad a la ciencia hecha en São Paulo y en Brasil

A pocos meses del advenimiento del año 2000, los estudios llevados a cabo en el campo de la investigación genómica constituían uno de los temas científico-tecnológicos candentes en los círculos académicos y en los centros de investigación de Brasil y del mundo. Con ese telón de fondo se concretó el lanzamiento de la primera edición de Pesquisa FAPESP, en octubre de 1999.

La portada de la revista hacía hincapié en los avances de un Proyecto Temático financiado por la Fundación cuyo objetivo consistía en definir los componentes genéticos de la hipertensión arterial, un mal que afecta a millones de brasileños. En sus 48 páginas, los lectores podían incluso leer reportajes sobre las novedades al respecto de la secuenciación del genoma humano, acerca de software creados para el control de procesos industriales y relacionadas con los programas de Asociación para la Innovación Tecnológica (Pite) y de Innovación Tecnológica en Pequeñas Empresas (Pipe), ambos de la FAPESP, que ya beneficiaban a 300 empresas.

“La revista fue el fruto de un proceso de evolución de la comunicación de la FAPESP, que tuvo y continúa cumpliendo un rol fundamental en la difusión y la consolidación de diversos programas de la Fundación”, dice José Fernando Perez, director científico de la FAPESP entre 1993 y 2005 y uno de los mentores de la publicación. “Además, siempre fue un vehículo de divulgación científica de calidad y sirvió como escuela para el periodismo científico en el país”.

Para Carlos Henrique de Brito Cruz, expresidente de la FAPESP (1996-2002) y su director científico desde 2005, la revista se erigió como un gran paso para que la investigación hecha en São Paulo y en Brasil se volviera más conocida entre el público en general. “Ha venido siendo muy efectiva en pos de ese objetivo. Los reportajes han estimulado editoriales en periódicos importantes y, lo que es más interesante aún, se han utilizado como base para temas de exámenes de ingreso en las universidades, lo que indica la atención de la que fue objeto en la enseñanza media”, afirma. “No conozco iniciativas similares de agencias de financiación de la investigación científica extranjeras. En Brasil, la revista Pesquisa FAPESP es muy valorada y, algo que constituye una gran satisfacción, estimuló iniciativas de otras agencias”.

Para el lector curioso que busque en el sitio web de la revista la edición de octubre de 1999, notará que el número estampado es el 47, y no el 1, tal como cabría de esperarse. Eso tiene una explicación: el origen de la revista fue el boletín Notícias FAPESP, lanzado en agosto de 1995, y su numeración arranca a partir del número 1. Ese vehículo informativo, con un tiraje inicial de mil ejemplares y un formato de cuatro páginas, nació con el objetivo principal de divulgar información sobre las actividades de la Fundación.

“La revista fue la evolución natural del boletín. Luego de cuatro años produciendo Notícias FAPESP, notamos que en el país había espacio para un proyecto más sólido, de una revista científica rigurosamente periodística, aunque vinculada a una institución”, recuerda la periodista Mariluce Moura, responsable de la creación de Pesquisa FAPESP y su directora de redacción hasta diciembre de 2014.

Las primeras ediciones del boletín Notícias FAPESP y de la revista

Moura relata que la referencia principal para la creación de la publicación fue la revista británica de divulgación científica New Scientist. “Era una revista que me gustaba mucho, al igual que la estadounidense Scientific American y la francesa La Recherche. Esta última sirvió como inspiración para denominarla Pesquisa FAPESP”. El proyecto gráfico de la revista quedó a cargo del diseñador y artista gráfico Hélio de Almeida, responsable del desarrollo de numerosos proyectos de publicaciones periodísticas, además de ser el creador de cientos de tapas de libros publicados en el mercado editorial brasileño. Durante casi siete años, hasta agosto de 2006, De Almeida ocupó el cargo de director de arte de la publicación.

La excelencia gráfica y editorial, según Celso Lafer, presidente de la Fundación entre 2007 y 2015, siempre fue uno de los distintivos de la publicación. “Pesquisa FAPESP informa de manera calificada todo aquello de importancia que ocurre en la ciencia brasileña. La revista se ha mantenido abierta desde el comienzo a todos los campos del conocimiento. Es la única que logra hacerlo con calidad”, subraya.

El coordinador del Laboratorio de Estudios Avanzados en Periodismo de la Universidad de Campinas (Labjor-Unicamp), Carlos Vogt, destaca que la historia de la comunicación científica en Brasil, en lo concerniente a la ciencia y a la sociedad, puede contarse a partir de un hito fundamental: antes y después de Pesquisa FAPESP. “Hay otras iniciativas importantes, tales como las revistas Ciência Hoje y Ciência e Cultura, pero Pesquisa FAPESP, debido a las condiciones en las que fue creada y al profesionalismo que siempre la ha caracterizado, se convirtió en una referencia en la historia de la comunicación científica del país”, resalta Vogt, quien presidió la Fundación entre 2002 y 2007.

Al igual que el boletín Notícias FAPESP, inicialmente la revista se distribuía en forma gratuita entre un público selecto, integrado por coordinadores de grupos de investigación del estado de São Paulo, rectores de las universidades paulistas y autoridades de la gobernación del estado. Posteriormente también pasó a distribuírsela entre todos los becarios de la Fundación e investigadores beneficiados con ayudas de la FAPESP, y no solo a los coordinadores de grupos.

En marzo de 2002, la publicación llegó a su formato actual –96 páginas en colores y su organización en cuatro bloques o conjuntos (Política Científica y Tecnológica, Ciencia, Tecnología y Humanidades), aparte de otras secciones fijas que fueron cambiando a lo largo de los años, y comenzó a venderse en kioscos de revistas y librerías, y también por medio de suscripciones, con el objetivo de llegar a un público mayor. La comercialización creció con el transcurso del tiempo y actualmente representa el 18% de su circulación, de 28 mil ejemplares.

Si bien nació con la meta de divulgar actividades y proyectos de la Fundación, la publicación amplió su área de cobertura periodística. En 2002, cuando comenzó a venderse en los kioscos de revistas, ya incluía artículos que no se referían solamente a los proyectos financiados por la FAPESP o a las instituciones de investigación paulistas. El alcance de la revista también abarca proyectos de fuste llevados a cabo en cualquier lugar del país y por brasileños en el exterior, con relieve para los grandes avances internacionales, tales como la detección de las ondas gravitacionales en 2015 en los observatorios estadounidenses.

El primer ejemplar vendido en kioscos, que fue la edición de marzo de 2002

Otros dos hitos en la historia de la publicación ocurrieron en 2004. Ese año salió al aire el programa de radio Pesquisa Brasil, para difundir noticias y reportajes producidos por el equipo de la revista, y también se lanzaron las primeras ediciones internacionales, inicialmente en inglés y en español y luego también en francés. Las versiones internacionales, compuestas por una selección de artículos publicados en la edición nacional, escogidos con base en la excelencia de los proyectos de investigación que describen, en la calidad de los textos, en su repercusión entre los lectores y en el interés para el público en el exterior, totalizan seis ediciones cada año, de las cuales tres son en inglés, dos en español y una en francés.

Otro de los aspectos destacados de 2004 fue el comienzo de la disponibilidad de los contenidos publicados en la revista para las editoriales de libros didácticos, entre las cuales figuran Saraiva, Moderna y Poliedro Sistema de Ensino. Durante los tres primeros años los textos se cedían sin ningún costo; en tanto que a partir de 2007 comenzaron a venderse. En 2018 se comercializaron 90 textos y 22 imágenes (fotografías e infografías), una cantidad sustancialmente superior a las ventas del año anterior (26 textos y 11 imágenes). Los textos ayudan a componer el contenido didáctico que mayormente utilizan alumnos de la enseñanza media.

El mundo digital
En sintonía con la evolución que se produjo en el medio periodístico durante las últimas décadas, cuando las plataformas digitales ganaron espacio en detrimento de las versiones impresas, la revista lanzó en 2001 su sitio web. Más allá de funcionar como un repositorio electrónico de las ediciones impresas y eventuales ediciones especiales, disponibles en forma integral y con acceso abierto, el sitio web pasó a contar con contenido propio. Comenzaron a producirse videos cortos elaborados con base en los reportajes de la revista que salen con regularidad cada 14 días a partir de 2011. Una reformulación realizada en el portal web el año pasado tornó más fluida e intuitiva la navegación y acortó la distancia entre la versión online y la revista impresa.

La presencia de la publicación en las redes sociales arrancó hace poco más de una década, inicialmente con la página en Twitter (en 2008) y posteriormente en Facebook (en 2010). La plataforma en Instagram, creada en 2012, es la que ha registrado un mayor crecimiento en los últimos años, alcanzando casi 25 mil seguidores en el mes de junio, un incremento del 100% en comparación con el mismo mes de 2018.

Cabe destacar finalmente que, bien si los artículos de la revista están basados en los resultados de investigaciones académicas, a veces la cosa se invierte y las investigaciones académicas se basan en la publicación. Desde 2003 en adelante se registraron 26 tesis doctorales y tesinas de maestría defendidas en universidades paulistas y en instituciones de educación superior de los estados de Rio Grande do Sul, Distrito Federal, Minas Gerais, Goiás y Santa Catarina, cuyo tema fue la revista Pesquisa FAPESP o algún aspecto relacionado con ella. En este mismo período, la publicación fue abordada en 17 artículos divulgados en periódicos nacionales.

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