Un análisis de modelos sobre el futuro del clima de la Amazonia hasta finales de siglo ha arribado a la conclusión de que los efectos combinados de la deforestación y el calentamiento global podrían elevar las temperaturas en el norte de Brasil más allá de lo soportable para la población (Communications Earth and Environment, 1º de octubre). Beatriz Alves de Oliveira y sus colaboradores, de la Fundación Oswaldo Cruz de Piauí, estudiaron el efecto en la Amazonia de dos escenarios de clima global elaborados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Las simulaciones combinaron los escenarios con los efectos de la deforestación que, de continuar al ritmo actual, causará tal reducción en la humedad del aire de la zona que transformará la selva en una sabana. Según las proyecciones del estudio, los efectos dejarían expuestos a entre 6 y 11 millones de habitantes de la región norte de Brasil a una rutina diaria de sensación térmica a la sombra de 37 a 41 ºC. Las temperaturas superiores a 34 ºC se asocian a un mayor riesgo de muerte.
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La Amazonia, una sabana inhóspita en 2100
Si se mantiene el ritmo actual, la deforestación reducirá la humedad del aire en la Amazonia
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