
Thais Magalhães / CBFLa mediocampista Adriana en 2023: Brasil será la sede del próximo Mundial femenino de la FIFAThais Magalhães / CBF
Una vez finalizadas la Copa América y la Eurocopa, los aficionados al fútbol probablemente tengan algo que decir acerca de por qué las selecciones de Argentina y España obtuvieron un mejor resultado que el resto. Opiniones no faltan, pero hay quienes ahondan en busca de un respaldo científico, como el fisiólogo del ejercicio Ronaldo Thomatieli Santos, del campus de Baixada Santista de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Junto al profesional de la educación física Elias de França, investigador posdoctoral en su laboratorio, y en colaboración con el grupo del científico del deporte Luís Branquinho, del Instituto Politécnico de Portalegre, en Portugal, analizaron los datos suministrados por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) para evaluar cuáles estrategias son las más exitosas. También estudian la información recopilada en partidos y entrenamientos del São Paulo Futebol Clube para entender qué es más eficaz en términos de entrenamiento y estimar el riesgo de padecer lesiones al que está expuesto cada jugador.
“La FIFA dispone de un sistema de filmación especial que registra los desplazamientos de los jugadores y del balón durante los partidos en las Copas del Mundo”, explica Santos. Se trata de estadísticas mucho más detalladas que las cifras desglosadas que presentan los canales deportivos de televisión. Los investigadores desarrollaron un modelo para analizar estos datos en forma cualitativa y cuantitativa. “La inteligencia artificial nos permite disponer en segundos de datos que nos llevaría meses cotejar manualmente”, explica Thomatieli Santos.
Estos análisis revelaron diferencias entre los equipos de los distintos continentes en la Copa Mundial de Catar 2022. Las selecciones europeas convierten más goles, dan más asistencias, atacan más y pasan más tiempo en el campo contrario. En tanto, las sudamericanas logran finalizar más jugadas y prefieren pasar más tiempo en el mediocampo, según se informa en artículos publicados en marzo y abril en las revistas Trends in Sport Sciences y Journal of Human Sport & Exercise.
Los mejores equipos tienen mayor posesión de pelota, un mayor volumen de pases y sus atacantes reciben el esférico en el campo rival, a partir de centros y pases largos. Mantenerse en el sector de ataque, imponiendo su estilo de juego, les permite generar más oportunidades.
En el fútbol femenino, la contextura física tiene mayor incidencia, mientras que entre los varones cobra relieve el perfeccionamiento técnico y táctico. “La selección brasileña tiene menos desarrolladas sus capacidades físicas ‒tales como la fuerza, la flexibilidad y la resistencia‒ en comparación con las europeas y estadounidenses, y esto se traduce en una limitación”, subraya el investigador.
Un análisis inicial de los datos del Mundial femenino de 2023, celebrado en Australia y Nueva Zelanda, apunta que el equipo más exitoso (España), se caracterizó por su mayor velocidad, según un artículo publicado en marzo en la revista International Journal of Performance Analysis in Sport. Un buen rendimiento en variables tales como la posesión y la progresión del balón, y también los pases largos que rompen las líneas defensivas, permiten que las atletas corran menos, mientras que el estilo de intercambio de pases rápidos las lleva a cubrir mayores distancias.
La ciencia en las canchas brasileñas
Según subraya Thomatieli Santos, estos resultados valen para los torneos cortos como los mundiales organizados por la FIFA. Los campeonatos largos por puntos permiten más margen de error, lo que lleva a implementar estrategias distintas. En el caso de los equipos de fútbol brasileños, que pueden llegar a disputar 70 encuentros en un año que implican muchos traslados, es imposible mantener la intensidad de un campeonato mundial.

Rafael Ribeiro / CBF | Thais Magalhães / CBFLos equipos europeos pasan más tiempo en campo rival, como España (a la izq., en un partido amistoso de este año contra Brasil); la selección femenina brasileña se resiente por su menor estatura promedio (a la der., en una derrota contra Francia en 2023)Rafael Ribeiro / CBF | Thais Magalhães / CBF
En un trabajo conjunto con el plantel masculino del club São Paulo, el equipo de la Unifesp recibe los datos generados por los dispositivos de monitoreo que los jugadores llevan adosados a su espalda, como así también información cedida por el cuerpo médico. “En nuestra rutina cotidiana, resulta muy difícil transformar el enorme volumen de datos en información”, comenta el preparador físico Adriano Titton, artífice del inicio de la colaboración con Elias de França en 2019, cuando se desempeñaba como analista de rendimiento del equipo juvenil del tricolor paulista.
Desde 2021, Titton es el preparador físico del plantel profesional y actúa como intermediario entre los investigadores y el cuerpo técnico. La idea es utilizar los datos generados por los dispositivos para estimar el riesgo de padecer lesiones de cada futbolista, que consta de tres niveles. “Nuestro índice de acierto actual es de más del 90 %”, dice Thomatieli Santos.
“Las evaluaciones nos permiten ajustar la carga de entrenamientos y potenciar la recuperación de manera personalizada”, dice Titton. Con base en el análisis de más de 5.000 sesiones de entrenamiento, los investigadores constataron, por ejemplo, que los ejercicios de cambio de dirección, desaceleración y saltos no ayudan a mejorar la velocidad de la carrera en línea recta, según un artículo publicado en marzo en la revista Frontiers in Physiology. El estudio ha sido ampliado a 11.000 sesiones y ha dado lugar a recomendaciones de entrenamiento y a un artículo que se encuentra en fase de edición.
Cuando la tecnología no existía, el trabajo era aún mayor. “Utilizaba papel y lápiz”, recuerda el fisiólogo Turibio Leite de Barros, quien no participa en los estudios del grupo de Thomatieli Santos. Durante 35 años, Leite fue docente de fisiología del ejercicio en la Unifesp y, simultáneamente, durante 25 años, trabajó como fisiólogo en el club São Paulo, hasta 2010, cuando se jubiló de ambas funciones. Cada página era un campo de fútbol a escala 1:300 y ahí él marcaba una línea de puntos cuando el jugador caminaba, una de trazos cuando trotaba o una línea continua cuando corría. “Cada 10 minutos cambiaba la hoja”. Luego tomaba una regla y medía los desplazamientos.
Según relata Barros, todos los atletas cumplían con el mismo entrenamiento. “Diseñamos una evaluación individual que nos permitía identificar el potencial y las deficiencias de cada uno”, dice. El resultado fue un perfil de aptitud física que incluía fuerza, velocidad, capacidad de impulsarse, flexibilidad y capacidad aeróbica y anaeróbica.
También desarrolló una forma de evaluar la capacidad de desempeño en la altura. “Realizamos un test en el que el atleta corría en la cinta respirando el aire habitual del gimnasio, o una mezcla gaseosa que replicaba la que existe en la ciudad de La Paz [Bolivia]”, comenta: la altitud de 3.640 metros sobre el nivel del mar en la capital boliviana constituye un reto para los atletas. Algunos futbolistas mostraban un sustancial déficit de rendimiento con esa menor concentración de oxígeno, en tanto que otros la padecían menos: una información valiosa a la hora de diagramar la alineación del equipo.
Según él, el éxito del encuentro entre el conocimiento científico y la práctica deportiva ha ganado mucha visibilidad y esta práctica se ha difundido. “El fisiólogo se ha convertido en una presencia consolidada en el ámbito del fútbol”.
Proyecto
Análisis del efecto agudo de la asociación de la suplementación de L-Leucina y del sprint a intervalos en marcadores inflamatorios, los neuropéptidos relacionados con el control del apetito y sus impactos sobre la percepción de la saciedad y la ingestión alimentaria en adultos obesos (nº 21/03601-1); Modalidad Beca posdoctoral; Investigador responsable Ronaldo Vagner Thomatieli dos Santos (Unifesp); Becario Elias de França; Inversión R$ 347.308,83.
Artículos científicos
FRANÇA, E. de et al. Associations between confederation playing style and team strength in the FIFA World Cup 2022. Trends in Sport Sciences. v. 31, n. 1, p. 5-16. 29 mar. 2024.
BRANQUINHO, L. et al. Comparing physical, technical and tactical performances in the World Cup Qatar 2022. Journal of Human Sport & Exercise. v. 19, n. 2, p. 654-66. 1º abr. 2024.
BRANQUINHO, L. et al. Identifying the ideal weekly training load for in-game performance in an elite Brazilian soccer team. Frontiers in Physiology. v. 15, 1341791. 5 mar. 2024.
BRANQUINHO, L. et al. Relationship between key offensive performance indicators and match running performance in the FIFA Women’s World Cup 2023. International Journal of Performance Analysis in Sport. Online. 27 mar. 2024.