Los consumidores residenciales de algunas ciudades del interior de São Paulo podrán, ya al final de este primero semestre, comprar energía eléctrica con una tarjeta prepaga, similar a una tarjeta telefónica. La Companhia Paulista de Força e Luz (CPFL) está sellando un contrato con la empresa Procomp para la instalación del sistema en 30 ó 40 mil residencias. La tecnología de la tarjeta prepaga para medir la energía fue desarrollada por el Lactec –el Instituto de Tecnología para el Desarrollo de Paraná–, que se la transfirió a la empresa. El instituto, una entidad privada sin fines de lucro, que mantiene un convenio de la Universidad Federal de Paraná, recibirá royalties sobre el valor del contrato y brindará asesoría técnica.
El sistema está compuesto por un medidor electrónico ubicado en el lugar del medidor convencional y de una unidad adicional instalada dentro de las residencias, en donde se inserta y se controla la tarjeta. Inglaterra y Sudáfrica ya han adoptado sistemas similar, pero con otra tecnología. “Toda la base de microelectrónica del Lactec tiene desarrollo propio. Y también agregamos componentes para el mercado brasileño”, explica Henrique Ternes Neto, director superintendente del instituto. Según Ternes, si la energía contratada termina durante el fin de semana o a la noche, no habrá interrupción del suministro.
Republicar