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PALEONTOLOGÍA

La era de oro de los cinodontes

Una especie descubierta primero en África y ahora en Brasil vivió durante el apogeo de la diversidad de la fauna precursora de los mamíferos

Una escena del Triásico: a orillas de un río, el cinodonte Menadon besairiei con sus crías, seguido por una manada de Santacruzodon hopsoni. A la izquierda, un Dagasuchus santacruzensis, un réptil carnívoro al igual que el Chanaresuchus bonapartei (detrás del árbol)

Voltaire Paes Neto Una escena del Triásico: a orillas de un río, el cinodonte Menadon besairiei con sus crías, seguido por una manada de Santacruzodon hopsoni. A la izquierda, un Dagasuchus santacruzensis, un réptil carnívoro al igual que el Chanaresuchus bonapartei (detrás del árbol)Voltaire Paes Neto

Decenas de millones de años antes que los dinosaurios dominaran la Tierra, reinaba sobre los continentes una fauna peculiar. Entre esos animales existía un grupo grande y diverso que guarda una curiosa semejanza con los mamíferos actuales. Esos animales primitivos eran los cinodontes, un grupo que comenzó a desarrollar las características que hoy en día son exclusivas de los mamíferos: sangre caliente, pelaje sobre el cuerpo y diferentes tipos de dentadura: en latín, cinodonte significa dientes de perro.

Durante un período extenso, en todos los continentes habitaban cinodontes carnívoros y herbívoros como el Menadon besairei, que vigila a sus crías en la ilustración de estas páginas y, por lo que ahora se sabe, también habitó en la zona que corresponde actualmente al sur de Brasil. El Menadon, con un tamaño de alrededor de un metro de largo (el tamaño de un perro grande), posiblemente haya tenido el aspecto de un vástago de una cruza imposible entre un yacaré y un carpincho. Era un integrante del linaje de los traversodóntidos, el más diverso entre los cinodontes y hoy extinto. Existían muchas otras familias, y una de ellas, la de los mammaliaformes, fue la que originó a los mamíferos.

Los paleontólogos Tomaz Melo y Marina Soares, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), en colaboración con el paleontólogo argentino Fernando Abdala, de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, descubrieron que el Menadon besairei, cuyo fósil fue hallado inicialmente en yacimientos de la isla de Madagascar, en la costa oriental de África, también vivió en la misma época, hace unos 230 millones de años, en la región que actualmente ocupa el interior de Rio Grande do Sul. Por ende, el Menadon existió hacia mediados del denominado período Triásico, de 250 a 200 millones de años atrás, cuando América del Sur, África (incluida la isla de Madagascar) y el resto de los continentes se hallaban unificados en un único supercontinente: Pangea.

Cráneo de un Menadon besairiei hallado en Rio Grande do Sul: el ejemplar medía alrededor de un metro de largo y formaba parte de la familia de los traversodóntidos

Tomaz Melo/UFRGS Cráneo de un Menadon besairiei hallado en Rio Grande do Sul: el ejemplar medía alrededor de un metro de largo y formaba parte de la familia de los traversodóntidosTomaz Melo/UFRGS

El estudio, que se publicó en el mes de septiembre en la versión online de Journal of Vertebrate Paleontology, confirma que los traversodóntidos, tales como el Menadon, habitaban en Pangea de un extremo al otro. “La mayoría de los fósiles de traversodóntidos se halló en Sudamérica y en el sur del continente africano, pero también hay registros en América del Norte y en Europa”, explica Soares, quien supervisó a Melo en su maestría sobre el Menadon en la UFRGS. “Puesto que en Pangea no existían grandes barreras geográficas para la fauna, los traversodóntidos y otros grupos de animales de la época tenían esa distribución cosmopolita”.

De Santa Cruz a Madagascar
En 2001, Abdala, a quien se considera uno de los principales expertos en cinodontes a nivel mundial, ya había notado similitudes entre la fauna fosilizada de un estrato de arenisca que aflora en el municipio de Santa Cruz do Sul, en el estado de Rio Grande do Sul, y la fauna fósil de la formación rocosa Isalo II, detectada en Madagascar y descrita por paleontólogos estadounidenses en 2000. Uno de los traversodóntidos descubiertos en Isalo II, el Dadadon isaloi, se asemejaba mucho al Santacruzodon hopsoni, hallado en Santa Cruz do Sul (es el que aparece en la ilustración, detrás del Menodon, en las páginas 60 y 61). Del mismo modo, el Menadon besairei presentaba similitudes con el cráneo de una especie descubierta en Santa Cruz do Sul, pero que aún no se había identificado.

El esclarecimiento de ese asunto fue tarea de Melo en su maestría, al comparar el cráneo que describió Abdala con materiales adicionales ‒otros cráneos, pedazos de mandíbula y algunos fragmentos de huesos del cuerpo‒ de la especie no identificada, que se recogieron posteriormente en el mismo sitio y en poder de investigadores de la UFRGS y de la Fundación Zoobotánica de Rio Grande do Sul. “Podía ser una especie muy cercana, pero al finalizar el análisis no detectamos ninguna diferencia entre ella y el Menadon besairei”, explica Melo, quien transita su doctorado sobre los traversodóntidos, bajo la supervisión de Soares. “Sería la misma especie hallada en Madagascar”.

Botucaraitherium belarminoi: un cinodonte carnívoro algo mayor que una rata...

Jorge Blanco Botucaraitherium belarminoi: un cinodonte carnívoro algo mayor que una rata…Jorge Blanco

Este hallazgo ayuda a encastrar mejor dos de las piezas del rompecabezas geológico que los paleontólogos deben armar para reconstruir la historia de la vida en el Triásico. “No todos los sitios del mundo conservan rocas de una misma edad”, explica Soares. La semejanza entre las faunas fósiles de Rio Grande do Sul y Madagascar, algo extraordinario hasta el punto de que comparten una especie, confirma que los estratos de arenisca de Santa Cruz do Sul y de Isalo II tendrían casi la misma edad, entre 232 y 228 millones de años, las únicas rocas sedimentarias con esa edad que están preservadas en América del Sur y en África. “Cada nuevo descubrimiento permite reforzar las correlaciones temporales entre las formaciones rocosas de diferentes partes del mundo”.

Existen lagunas en la historia del Triásico en todos los continentes. En el sur del continente africano, por ejemplo, los paleontólogos han identificado rocas sedimentarias que se formaron a partir del lodo o de la arena al final y al comienzo de ese período, pero no hay rocas preservadas de la etapa intermedia del mismo, tal como ocurre en Argentina y en Brasil.

...dotado de dientes puntiagudos (arriba), adaptados a una dieta a base de insectos

Luís Flávio Lopes …dotado de dientes puntiagudos, adaptados a una dieta a base de insectosLuís Flávio Lopes

Según Melo, es raro que los científicos puedan datar con exactitud la edad de las rocas sedimentarias del Triásico. Algunos estratos en Argentina, por ejemplo, se dataron mediante el método de decaimiento de isótopos radioactivos de cenizas volcánicas. “No obstante, en general, dependemos de la comparación de los fósiles hallados en capas diferentes para determinar si poseen la misma edad”, dice.

Para establecer las edades relativas de los estratos rocosos, los científicos utilizan habitualmente comparaciones entre fósiles microscópicos, tales como granos de polen y esporas de pteridófitas [helechos y afines], que son abundantes en todas las épocas. “Nuestro problema radica en que las rocas del Triásico de Rio Grande do Sul se depositaron a orillas de ríos y llanuras inundables, que constituyen ambientes muy aireados”, explica Melo. “El oxígeno acabó con el polen y las esporas. La única manera de datar las rocas es por medio de los fósiles de los vertebrados”.

El grupo de cinodontes más diversificado a mediados del Triásico fue el de los traversodóntidos. A diferencia del resto de los cinodontes, generalmente carnívoros u omnívoros, los traversodóntidos eran herbívoros, con dientes especializados para alimentarse con raíces, hojas o cualquier otro material vegetal disponible en el clima cálido y semidesértico preponderante en el interior de Pangea.

El carnívoro Trucidocynodon riograndensis, que alcanzaba una longitud de 1,20 metro...

Adolfo Bittencourt El carnívoro Trucidocynodon riograndensis, que alcanzaba una longitud de 1,20 metro…Adolfo Bittencourt

La competencia entre herbívoros
Los traversodóntidos habrían competido por el alimento con los otros grandes herbívoros de esa época: los dicinodontes, un grupo emparentado con los cinodontes, pero sin las características de los mamíferos; y con los rincosaurios, que eran reptiles. Los grandes predadores de esos herbívoros eran los pseudosuquios, unos reptiles que parecían cocodrilos gigantes. Uno de los pseudosuquios que habitaron en Rio Grande do Sul también fue descubierto en rocas de Santa Cruz do Sul. Se trata del Dagasuchus santacruzensis, descrito por Marcel Lacerda, de la UFRGS, junto a colegas, en un artículo que se publicó este año en la revista PLOS ONE.

Sin embargo, los estratos rocosos del Triásico, más recientes que los de Santa Cruz do Sul, sugieren que todos los traversodóntidos conocidos se extinguieron mucho antes de que finalizara ese período. Así y todo, otras especies de cinodontes subsistieron hasta el final del Triásico, con ejemplares asombrosos, tales como el Trucidocynodon riograndensis, un cinodonte con caninos protuberantes, que medía 1,20 metro de largo y, posiblemente, fuera carnívoro. La osamenta fósil del Trucidocynodon, descubierta en 2009 en rocas de 220 millones de años del municipio de Agudo, también en Rio Grande do Sul, es uno de los esqueletos de cinodonte más completos que se hayan encontrado.

...uno de los esqueletos más completos de cinodonte que se hayan encontrado en el país

Téo Oliveira/UEFS …uno de los esqueletos más completos de cinodonte que se hayan encontrado en el paísTéo Oliveira/UEFS

Otro grupo interesante de cinodontes, que solamente se han hallado en las rocas del Triásico Superior (de 230 a 200 millones de años atrás) de la formación Santa Maria, en Rio Grande do Sul, está compuesto por animales pequeños, de alrededor de 10 centímetros de largo y dientes aserrados, útiles para una dieta a base de insectos. “No existe otro grupo de cinodontes en el mundo que sea tan parecido a un mamífero que el de los ejemplares hallados en Rio Grande do Sul”, afirma Soares. Entre esos diminutos cinodontes a los que se les denomina mammaliaformes, la especie que fue descrita más recientemente por ella y sus colaboradores es el Botucaraitherium belarminoi, un hallazgo del año pasado en el municipio gaúcho de Candelária. “Hay otras tres especies que estamos analizando”, comenta Soares, quien espera descubrir alguna especie de los primeros mamíferos, que surgieron al final del Triásico y habrían convivido con los cinodontes. “Algún día los hallaremos”.

Artículo científico
MELO, T. P.; ABDALA, F.; SOARES, M. B. The Malagasy cynodont Menadon besairiei (Cynodontia; Traversodontidae) in the Middle-Upper Triassic of Brazil. Journal of Vertebrate Paleontology. En prensa.

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