La FAPESP fue sede, entre los días 29 y 31 de agosto, del primero de siete encuentros preparatorios para el Foro Mundial de Ciencia, que se llevará a cabo en noviembre de 2013 en Río de Janeiro, bajo el lema “Ciencia para el Desarrollo Global: de la Educación a la Innovación”. La apertura de este primer encuentro estuvo a cargo de Michael Clegg, profesor de genética de la Universidad de California, quien mediante una videoconferencia, ya que el reciente huracán Isaac impidió su vuelo hacia Brasil, habló sobre el rol de las academias de ciencias y de las redes formadas por ellas. Se debatió sobre un variado menú de temáticas, desde las maneras de hacer ciencia hasta los problemas de gobernanza, de los esfuerzos en el campo de la educación a los desafíos que enfrentan en el siglo XXI las áreas del conocimiento. El director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, realizó una presentación sobre “Las diferentes facetas de la ciencia” y abordó la extremada complejidad de la ciencia, un modo de conocimiento inspirado por las ideas. “El lugar de las ideas, el lugar de las ciencias, no sólo se sitúa en las universidades, sino también en las empresas”, sostuvo. Brito Cruz demostró con ejemplos, cómo es que hay ideas que tardan para salir mercado, otras que lo hacen rápidamente y existen aquéllas que se desarrollan solamente por el placer del conocimiento. Acotó que las relaciones entre la ciencia y sus aplicaciones presenta siempre un carácter sinuoso. Luiz Davidovich, docente de la Universidad Federal de Río de Janeiro, habló sobre las distintas percepciones e importancia de la ciencia básica a lo largo de la historia, tal como la física cuántica, delineada a comienzos del siglo XX sin ningún aspecto utilitario por jóvenes científicos, pero que, con el correr de los años, se utilizó en aplicaciones tales como el láser, los chips y los equipos de resonancia magnética.
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