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Reseñas

La verdad de la metrópolis inventada

La ciudad dejó de ser la capital federal, pero todavía es capaz de actuar como centro de “brasileñidad”, de cómo sería el país y nuestra “realidad”: en resumen, Río de Janeiro sigue siendo hermosa y tallando nuestro imaginario. En especial, debido a las telenovelas y al mundo creado por la red Globo, al mismo tiempo un émulo y una ilusión de aquello que sería la ciudad de Río real del Brasil real. El estudio de Muniz Sodré y Raquel Paiva (una pareja que tuvo éxito en el estudio del género grotesco en nuestra pantalla chica), constituye una lectura obligatoria para quienes pretendan entender el poder de la televisión, capaz de construir una ciudad de fantasía, sin contradicciones de clase, sin diferencias urbanísticas, donde toda una comunidad es recreada de manera apaciguada y sin conflictos. La ciudad se torna, al mismo tiempo, metáfora y escenario. Metáfora, pues la televisión transforma a Río de Janeiro en símbolo de Brasil, y escenario, ya que todos los problemas reales se resuelven en los pequeños espacios y en las pequeñas tramas que componen el discurso novelesco. “Los conflictos económicos, si los hay, se resuelven en la imaginaria conciliación urbanística. La segregación espacial de Río, esa a quien la violencia de la delincuencia parece dar una respuesta simbólica, no se hace presente en el discurso televisivo”, dicen los autores. La nueva metrópolis creada por los autores de las novela termina  irónicamente por en coincidir con el ideal moderno del “producto cultural en venta”. Final de la escena y de la novela. Un estudio que se lee con placer

Editora Mauad (21) 2533-7422

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