Imprimir Republish

abrolhos

La vida que brota de las rocas

Investigadores en actividades de campo en el banco de rodolitos de Abrolhos

Ricardo Leão de Moura/ UFRJInvestigadores en actividades de campo en el banco de rodolitos de AbrolhosRicardo Leão de Moura/ UFRJ

La mayor concentración de algas calcáreas productoras de rodolitos en el mundo abastece al Atlántico Sur con una enorme diversidad de vida marina, nutrientes y energía, según consta en un estudio reciente (ISME Journal, 29 de agosto) Localizadas en el Banco dos Abrolhos, entre el sur del estado de Bahía y el norte de su homónimo de Espírito Santo, las capas de nódulos calcáreos formadas en el transcurso de milenios por esas algas cubren un área de casi 21 mil kilómetros cuadrados de la plataforma continental. El estudio coordinado por Fabiano Thompson y Rodrigo Moura, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, y Gilberto Amado Filho, del Jardín Botánico de Río, contó con la ayuda de otros 11 investigadores de Brasil y de Japón, y apuntó a comprender el papel ecológico de los rodolitos y de los organismos que habitan esas estructuras. “Los rodolitos se asemejan a un edificio para la vida marina: sirven como cobijo para larvas y juveniles de cnidarios, nematodos, moluscos y artrópodos”, explica Thompson. “Cumplen un rol como fuente fertilizadora continua para el océano”. El estudio también sugiere que diversos microorganismos asociados con los rodolitos ayudan a las algas a producir materiales calcáreos a partir del carbono y del calcio, disueltos en el agua del mar. Midiendo la actividad de fotosintética de las algas, los investigadores calcularon que ese banco de rodolitos produce 565 mil toneladas de carbono orgánico por día (una masa comparable a la de 3 mil ballenas yubartas). En créditos de carbono, eso correspondería a unos 500 mil millones de dólares diarios. Sin embargo, ese ecosistema corre el riesgo de reducirse debido a la explotación mineral y de la acidificación de los océanos.

Republicar