Telescopios acoplados a globos gigantes que, una vez inflados, pueden alcanzar el tamaño de un estadio de fútbol: estos son algunos de los recursos que emplea Angela Villela Olinto en sus estudios sobre la física de astropartículas para escrutar los eventos más energéticos del Universo, valiéndose de los rayos cósmicos que inciden sobre la Tierra. “La energía proveniente del Cosmos es una de las claves para poder entender la historia y el nacimiento del Universo”, explica la investigadora, cuya trayectoria ha sido reconocida recientemente por dos instituciones científicas de Estados Unidos: la Academia Americana de Artes y Ciencias y la Academia Nacional de Ciencias.
La noticia de que sería incorporada como integrante de esas dos instituciones se conoció en el mes de abril. “Me sorprendió bastante. La evaluación para la admisión en esas academias es totalmente confidencial”, relata esta hija de brasileños que nació en Boston, cuando su padre hacía su doctorado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Villela Olinto arribó a Brasil cuando aún era una niña y a los 16 años decidió estudiar física en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ), donde se graduó en 1981. Al año siguiente, se aseguró una plaza para el doctorado en el MIT. “En aquella época empezaban a cobrar fuerza las investigaciones en materia de string theory, un campo de estudios que combina conceptos de la relatividad general con los fundamentos de la mecánica cuántica y que se conoce como teoría de cuerdas”, dice.
Tras tomar conocimiento del trabajo sobre la materia extraña, un tipo de plasma compuesto por una gran cantidad de cuarks, del matemático y físico teórico Edward Witten, optó por centrarse en la astrofísica. “Al darme cuenta de la imposibilidad de estudiar la materia extraña desde la Tierra, mi supervisor me aconsejó volcarme a la astrofísica, para explorar esos elementos en las estrellas de neutrones. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi laboratorio sería el propio Universo”. Además de las estrellas extrañas, en una investigación posdoctoral que realizó en 1987 en el Fermilab, situado en la ciudad de Batavia, también en Estados Unidos, Villela Olinto propuso la teoría de la inflación natural y estudió el origen y la dinámica de los campos magnéticos primordiales. En 2002 se convirtió en la primera mujer en ocupar un cargo permanente como docente en el Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Chicago, donde en la actualidad sigue trabajando, ahora en la jefatura de la División de Ciencias Físicas y Matemática.
Villela Olinto también está a cargo de proyectos desarrollados en conjunto con la Nasa, la agencia espacial estadounidense. Entre ellos, el denominado Extreme Universe Space Observatory on a Super Pressure Balloon II Mission (Euso-SPB2), cuya misión es detectar, a través de dos telescopios, partículas cósmicas ultraenergéticas. Los dos dispositivos serán transportados por un globo inflado con helio superpresurizado que flotará a unos 33 kilómetros de altura durante un lapso de 100 días. El lanzamiento, previsto para realizarse en 2023, servirá como base para una segunda versión mayor del estudio, llamada Probe of Extreme Multi-Messenger Astrophysics (Poemma), cuando los telescopios serán enviados al espacio por medio de cohetes. En caso de que la Nasa dé su aprobación, esto se llevará a cabo hacia el final de esta década. “Con ello, dispondremos de datos más precisos acerca de los rayos cósmicos ultraenergéticos y de los neutrinos astrofísicos, que también se desplazan de abajo arriba tras haber interactuado con la Tierra”, concluye.
Republicar