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Memoria

Las reglas del clima en el campo

Las estaciones meteorológicas de São Paulo con series históricas más largas surgieron en Campinas y Piracicaba

Libros de registros de la estación de la Esalq de 1917

Gerhard Waller/ Esalq-USP Libros de registros de la estación de la Esalq de 1917Gerhard Waller/ Esalq-USP

La recolección sistemática de datos climáticos comenzó a hacerse en Brasil durante la primera mitad del siglo XIX en el Imperial Observatorio de Río de Janeiro, actual Observatorio Nacional. En São Paulo, el Instituto Agronómico de Campinas (IAC) instaló su primera estación meteorológica en 1890 en el interior paulista, con un objetivo más específico que conocer el comportamiento del tiempo: realizar investigaciones sobre la influencia del clima sobre los cultivos agrícolas. “Los técnicos observadores anotaban cinco veces por día, en hojas de un metro de ancho, informaciones sobre la temperatura, la humedad del ambiente, la radiación solar y la nebulosidad”, dice Orivaldo Brunini, coordinador del Centro Integrado de Información Agrometeorológica del IAC, un organismo ligado a la Secretaría Estadual de Agricultura y Abastecimiento.

La estación mecánica pionera empezó a funcionar tres años después de la fundación del IAC. Tres técnicos se turnaban en la lectura de los datos todos los días, sin excepción. “Los aparatos, que eran los más modernos de la época, llegaron provenientes de Alemania”, dice Brunini. Posteriormente, ingenieros agrónomos analizaban los datos, pero la información tardaba en llegar hasta los agricultores. Con el tiempo, otras ciudades del interior tuvieron sus estaciones. En 1956, el instituto empezó a hacer anuarios meteorológicos agronómicos, y después, boletines mensuales. Actualmente existen 150 estaciones que funcionan con sensores automáticos, que no dependen de observadores y suministran información en tiempo real vía internet. El IAC recebe 120 mil consultas por mes: son 4 mil diariamente. Los datos se utilizan para orientar a los agricultores y también a Defensa Civil contra inundaciones o incendios.

La estación de la Esalq en la década de 1930

Archivo Esalq-USPLa estación de la Esalq en la década de 1930Archivo Esalq-USP

“El material histórico acumulado suministra series que ayudan en el análisis de cambios climáticos y forma parte de la historia de la región, pues guarda el registro de grandes sequías o heladas, por ejemplo”, dice Brunini. Según informa, existen registros tan sólo de dos interrupciones del servicio. Las mismas ocurrieron durante la Revolución de 1932, cuando las tropas paulistas se instalaron en la propiedad del IAC, en julio, donde quedaba la estación, y cuando las fuerzas federales estuvieron allí, en octubre.

En 1917 empezaron las observaciones que originaron la segunda serie en antigüedad en São Paulo, en la estación instalada en la entonces Escuela Agrícola Práctica de Piracicaba, actual Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) de la Universidad de São Paulo (USP). “Las lecturas se efectuaban cuatro veces por día y una de ellas iba vía telégrafo a la Dirección de Meteorología y Astronomía del Observatorio Nacional, actual Instituto Nacional de Meteorología, el Inmet, para componer las informaciones meteorológicas diarias y de pronósticos del tiempo de todo el país”, comenta Luiz Roberto Angelocci, profesor sénior del Departamento de Ingeniería de Biosistemas de la Esalq. A partir de la década de 1960, los estudios se volvieron más específicos para el análisis de las relaciones clima-agricultura y, desde finales de 1996, quedó implementada la recolección automatizada de datos, sin desactivación de la operación convencional. Los datos se encuentran disponibles en internet.

Angelocci trabaja en el análisis de las series históricas generadas durante los 97 años de registro. “Lo que se pretende es reanalizar la serie completa, además de efectuar una mejor exploración de los datos”, dice. Las series largas son fundamentales para la comprensión del clima y las causas de su variabilidad. Son importantes también para mostrar lo que puede constituir sencillamente una anomalía climática o una tendencia. “Por cierto, algunas anomalías no son tan raras como parecen. La situación actual de período seco en el estado de São Paulo, por ejemplo, ocurrió de manera análoga otros años”, comenta Angelocci. Éste observó que durante cinco años de la serie, contados desde 1935, la lluvia se ubicó debajo del 40% de la media de toda la serie para el mes de enero. “No se puede ser categórico y afirmar que la sequía actual es el resultado ‒o no‒ de los cambios climáticos recientes, cuando sabemos que durante los últimos 97 años ha habido períodos similares al actual”, concluye el investigador.

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