La vacunación contra algunos de los principales agentes causantes de enfermedades ha tenido un impacto significativo sobre la salud pública de los países con ingresos medios y bajos: merced a ella, pudieron salvarse 37 millones de vidas humanas entre 2000 y 2019. Se estima que esa cifra llegará a 69 millones en 2030 y los más beneficiados son los niños menores de 5 años. Estos datos surgen de un estudio llevado a cabo por 16 grupos de investigación independientes, bajo la coordinación del epidemiólogo británico Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, en el Reino Unido. Los científicos calcularon y proyectaron el impacto de los programas de inmunización contra 10 patógenos distintos, entre ellos los de la hepatitis B, el sarampión, la rubéola y la fiebre amarilla, en 98 países, y constataron un aumento en la cantidad promedio de vacunas aplicadas durante las últimas dos décadas, particularmente entre los niños menores de 5 años (The Lancet, 30 de enero). Según ellos, la mortalidad de las 10 enfermedades contempladas en ese rango de edad sería un 45 % mayor de no ser por la inmunización. La vacunación contra el sarampión es la de mayor impacto: podría evitar la muerte de 58 millones de personas nacidas entre 2000 y 2030.
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