Nacido y criado hasta los 18 años en una hacienda en Descalvado, en el interior paulista, Marcos Sawaya Jank, de 51 años, experto en agronegocio y bioenergía, tiene en su currículo una sólida trayectoria académica y empresarial. Salió de la hacienda de la familia, productora de naranjas, leche, ganado de corte, maíz y pollos, con irrigación y tecnologías de punta, para cursar ingeniería agronómica en la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) de la Universidad de
São Paulo (USP), con sede en la localidad de Piracicaba. Pretendía regresar para encargarse de los negocios junto con su padre y sus hermanos, pero luego de recibirse, en 1984, decidió estudiar economía agrícola e industrial. Fue a Francia, en donde cursó su maestría en el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos, en el Instituto Agronómico de Montpellier, sobre política agrícola europea.
De vuelta a Brasil, en 1989, se inició en la docencia en sobre gestión del agronegocio en la Esalq. “En esa época Brasil aún estaba cerrado al mercado internacional, tenía una política ultraproteccionista y el enfoque principal recaía sobre el café”, comenta. Hizo su doctorado en administración en la Facultad de Economía, Administración y Contabilidad (FEA), de la USP, culminándolo en 1996. Al cabo de 13 años en la Esalq, lo invitaron de la FEA para dar clases en el Instituto de Relaciones Internacionales, también de la USP, donde permaneció durante otros siete años, período en el que se desempeñó también como coordinador de investigación y posgrado.
Al tiempo que actuaba en la carrera docente, publicaba artículos científicos, libros, artículos en periódicos y revistas y dictaba conferencias en Brasil y en el exterior, Jank abría su abanico de actividades. En 1999, por invitación del entonces ministro Celso Lafer, ocupó el cargo de asesor especial del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior durante ocho meses. “Lafer me conoció durante unas conferencias en la Organización Mundial del Comercio”, relata. Cuando salió del ministerio, Jank fue a Estados Unidos a hacer un posdoctorado sobre política agrícola americana en la Universidad de Georgetown, en Washington, y en la Universidad de Misuri, en la ciudad de Columbia, donde permaneció durante casi cuatro años. Durante ese lapso, también dictó clases en carácter de profesor visitante en las dos universidades y trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Sucedió una cosa curiosa cuando presenté mi trabajo de posdoctorado en 2002”, relata Jank. Roberto Rodrigues, ex secretario de Agricultura del Estado de São Paulo y ex ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, presenció la presentación y se le ocurrió la idea de montar un núcleo de estudios sobre cuestiones internacionales del agronegocio, que se convertiría en el Instituto de Estudios del Comercio y Negociaciones Internacionales (Icone). Jank fundó y presidió el Icone de 2003 a 2007, cuando salió para asumir la presidencia de Unión Industrial de la Caña de Azúcar (Unica), cargo que ocupó hasta 2012, cuando creó, en sociedad, Plataforma Agro, una consultora dedicada al agronegocio. En septiembre de 2013, llegó un nuevo desafío. Jank asumió el cargo de director global de asuntos corporativos de BRF, la empresa resultante de la fusión de Sadia y Perdigão. “La vida me ha llevado a diversas áreas del agronegocio y me siento un privilegiado por haber logrado verlas de cerca desde distintos ángulos.”
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