Un motivo más para pensárselo dos veces antes de comer jamón cocido industrializado, lonchas de pechuga de pavo, mortadela, salame o salchichas. Entrevistas y análisis clínicos realizados a 10.202 empleados de instituciones de educación superior indicaron que, en Brasil, al igual que en otros países, el consumo elevado de estos y otros alimentos ultraprocesados ‒ de gran poder calórico y, por lo general, con alto contenido de azúcares, grasas y aditivos ‒ puede acrecentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, cuando la insulina no funciona correctamente. Al cabo de 8,2 años de seguimiento, 1.799 (el 17,6 %) de los participantes padecían diabetes tipo 2, independientemente de su nivel educativo, antecedentes familiares y tabaquismo. El riesgo era mayor cuanto mayor era el consumo, especialmente de carnes procesadas y bebidas azucaradas. Aquellos que consumían lácteos endulzados (yogur edulcorado bajas calorías o normal endulzado, helados cremosos y flanes) presentaban un riesgo menor. El estudio, coordinado por las epidemiólogas Schneide Canhada y Maria Inês Schmidt, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), forma parte del Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto (Elsa-Brasil), que desde 2008 realiza un seguimiento de la salud de 15.105 adultos de 35 a 74 años en las ciudades de Salvador, Belo Horizonte, Río de Janeiro, Vitória y Porto Alegre (BMC Diabetology & Metabolic Syndrome, 15 de noviembre de 2023).
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