Desde principios de 2018, cuando comenzó a distribuirse en el sistema público de salud brasileño, hasta 2022, la Profilaxis Previa a la Exposición Sexual (PrEP) ‒una píldora de uso diario para prevenir la transmisión del VIH, causante del sida‒ ha sido adoptada por 124.796 personas. Sin embargo, según un estudio realizado por un grupo de la Universidad Federal de Sergipe (UFS), hubo disparidades regionales condicionadas por factores socioeconómicos. Con base en datos del Ministerio de Salud (MS), el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (Ipea) y el Consejo Federal de Medicina (CFM), este análisis indicó que, al cabo de cinco años, el uso de la PrEP se concentró en las ciudades con mayor densidad de población, que cuentan con más médicos y unidades sanitarias, principalmente en los estados de Minas Gerais (112,8 usuarios de esta forma de tratamiento por cada grupo de 100.000 habitantes), São Paulo (104,1 usuarios) y Santa Catarina (87,7 usuarios). Las menores proporciones de usuarios se registraron en el Distrito Federal (4,1), Maranhão (11,6) y Alagoas (12,9). Las 667 unidades de salud con capacidad para suministrar el medicamento estaban distribuidas en tan solo 414 municipios (el 7,4 % del total): el estado de São Paulo albergaba 163 unidades y el de Río de Janeiro 161; por el contrario, Alagoas y Tocantins solamente tenían 2, Acre y Amapá 4, y el Distrito Federal y Paraíba 5. “Brasil es uno de los 10 países con mayor cantidad de usuarios de PrEP del mundo, pero afrontamos importantes retos relacionados con la desinformación y el estigma, que limitan el acceso a esta estrategia de prevención contra el VIH”, comenta el médico Paulo Martins-Filho, coordinador del grupo de investigación. “Es esencial hacer frente a estos desafíos para ampliar el acceso a la PrEP y maximizar su potencial preventivo” (Pesquisa FAPESP, edición nº 267; International Journal of STD & AIDS, 8 de mayo).
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