Los incendios forestales que están asolando el Pantanal pueden tener consecuencias ambientales más severas para el bioma, que todavía no se ha recuperado totalmente de los incendios de 2020. A un año de este suceso, la diversidad de especies de mamíferos y las poblaciones de animales se han reducido a la mitad, en promedio, en las zonas más afectadas. Algunas especies que ya estaban en peligro, tales como el tapir amazónico (Tapirus terrestris) y el oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla), se han visto aún más afectadas: en algunas áreas, el número de registros de estos animales ha disminuido unas diez veces, según un estudio publicado en junio en la revista Scientific Reports.
“La fauna del Pantanal sigue siendo vulnerable y un nuevo incendio podría desnaturalizar los hábitats, y causar eventualmente extinciones locales”, dice el biólogo Marcelo Magioli, de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (FFCLRP-USP), del Instituto Procarnívoros y del Centro Nacional de Investigación y Conservación de Mamíferos Carnívoros del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio/Cenap).
“Como ya hemos visto en otros biomas, el segundo incendio puede causar una enorme destrucción y dejar al ecosistema en un estado de degradación permanente”, añade el ecólogo Bernardo Flores, de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), quien no participó en el estudio. El investigador observó este fenómeno en los bosques en galería del río Negro, en la Amazonia, muy transformados tras el segundo incendio, y estudia la degradación causada por el fuego en los bosques de ribera del Cerrado.
El grupo de Magioli realizó el estudio en la Estación Ecológica (Esec) de Taiamã, en el municipio de Cáceres, en Mato Grosso. La región se encuentra en el norte del Pantanal y concentra la mayor población de jaguares de América Latina, según un estudio publicado en 2021 en la revista Ecology. El área protegida es una isla de 11.555 hectáreas en el río Paraguay, una superficie similar a la de Manaos.
El equipo, compuesto por investigadores de 13 instituciones, llevó a cabo un recuento de los mamíferos de pequeño y gran porte entre agosto y noviembre de 2021, un año después de los incendios en la Esec de Taiamã. Los animales de tamaño mediano y grande, que pesan más de 1 kilogramo (kg), fueron detectados mediante 50 cámaras fotográficas distribuidas por toda la reserva. Basándose en imágenes satelitales, los investigadores midieron el porcentaje de área quemada en un radio de 1 kilómetro (km) en torno a cada cámara.
Asimismo, el grupo recogió ADN ambiental de muestras de agua en 28 lugares, tales como charcos, pequeños lagos, ríos y arroyos. Este material genético puede ayudar a identificar animales de pequeño porte, que pesan menos de 1 kg, presentes en la zona.
Con estos datos, compararon la diversidad y la abundancia de mamíferos en dos tipos de ecosistemas: los bosques que en la región se conocen como abobral, donde predomina el anauco o bucaré, también llamado madre de agua (Erythrina fusca), un árbol que alcanza unos 30 metros de altura, con flores anaranjadas y raíces acuáticas, adaptadas a los terrenos inundados; y los bosques de ribera, compuestos por varias especies de árboles y que no se inundan con frecuencia.

Los jaguares volvieron a colonizar el hábitat tras los incendios de 2020Marcelo Magioli’s Team / USP
“El mayor impacto se observó en los bosques inundados, con una sola especie de árboles, donde la diversidad de especies de mamíferos se redujo a la mitad, en promedio, y algunos tipos de animales casi han desaparecido”, informa Magioli. Este tipo de vegetación crece en zonas llanas que permanecen inundadas la mayor parte del año. Cuando las sequías son más acentuadas, la materia orgánica acumulada en el suelo queda expuesta y puede arder con facilidad: el fuego puede penetrar más de 1 metro en el suelo.
Otro estudio registró el impacto de los incendios de 2020 en ocho especies de mamíferos grandes. El trabajo se concretó en Serra do Amolar, en Mato Grosso do Sul, 130 km al sur de la Esec de Taiamã, y estuvo a cargo de investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), de la organización no gubernamental World Wide Fund for Nature (WWF), de la organización Panthera Corporation (EE. UU.) y del Instituto Homem Pantaneiro. La abundancia de seis de estas especies ha disminuido, entre ellas el pecarí de collar (Dicotyles tajacu), el ocelote (Leopardus pardalis), el tapir amazónico y el armadillo gigante o tatú carreta (Priodontes maximus), según el artículo publicado en marzo en la revista Global Change Biology. “La escala de estos incendios masivos puede limitar el éxito de la recolonización”, advierten los autores.
El tatú carreta fue el que registró una caída más drástica en su población, de alrededor de un 80 %. Lo único que aumentó ha sido el número de yaguaretés, que casi se ha duplicado. Los autores consideran a este incremento como el resultado de migraciones, porque los bosques ribereños se recuperan rápidamente y constituyen el hábitat de yacarés y carpinchos, las presas favoritas de estos grandes felinos.
Flores subraya que el impacto de los incendios actuales, en caso de que sigan propagándose, depende de las áreas que se vean afectadas. En aquellas que ya se habían quemado en 2020, los efectos podrían ser devastadores; en las otras, el impacto podría ser menos grave.
Señales de resiliencia
El estudio de Scientific Reports indica que el ecosistema del Pantanal se ha ido recuperando tras el gran incendio de 2020: las 18 especies de mamíferos de mediano y gran tamaño identificadas antes del incendio también se encontraron un año después. Según Magioli, estos especímenes deben haber hallado dónde refugiarse en áreas que no se quemaron, o bien vivían en los alrededores y volvieron a colonizar la región.
Curiosamente, en la Esec de Taiamã aparecieron nueve animales que antes de los incendios no habitaban allí, entre ellos tres especies de venados y el tapir amazónico, registrados en las cercanías de la estación ecológica. “Tras los incendios, parte de la vegetación está volviendo a crecer, ofreciendo diferentes tipos de brotes a estas especies herbívoras”, dice Magioli. Por otra parte, el aguará guazú (Chrysocyon brachyrus) y el jaguapitango o zorro Hoary (Lycalopex vetulus), que habitan en el Cerrado y no suelen ingresar al Pantanal, se sienten atraídos por el cambio en la vegetación, que crea más áreas abiertas.
Los carnívoros como el jaguar y el ocelote, que normalmente viven en la selva, fueron avistados en las zonas quemadas, probablemente en busca de presas. El biólogo subraya que esta mayor diversidad no es necesariamente un dato positivo, sino un signo de la degradación del medio ambiente por el fuego.
También se identificaron 10 mamíferos más pequeños, tales como roedores y marsupiales que pesan menos de 1 kg y no pueden escapar del fuego. En este caso, no existían registros previos como para analizar el impacto de los incendios. “El mero hecho de que estén allí indica que resistieron o recolonizaron la zona”, dice Magioli.
Proyectos
1. El papel ecológico y funcional de los Xenarthra en las redes tróficas (nº 22/06791-9); Modalidad Beca posdoctoral; Investigador responsable Adriano Garcia Chiarello (FFCLRP-USP); Becario Marcelo Magioli; Inversión R$ 587,82.
2. Revaluación de las especies de mamíferos que se estima que están localmente extintas en el Centro de Endemismo de Pernambuco (CEP), con base en el ADN de muestras mixtas y metabarcoding (nº 22/01741-3); Modalidad Beca posdoctoral; Investigador responsable Pedro Manoel Galetti Junior (UFSCar); Becario Bruno Henrique Saranholi; Inversión R$ 221.371,26.
[bibliografia]Artículos científicos
BARDALES, R. et al. Neotropical mammal responses to megafires in the Brazilian Pantanal. Global Change Biology. v. 30, n. 4. 24 abr. 2024.
CUNNINGHAM, C. X. et al. Increasing frequency and intensity of the most extreme wildfires on Earth. Nature Ecology and Evolution. Online. 24 jun. 2024.
MAGIOLI, M. et al. Forest type modulates mammalian responses to megafires. Scientific Reports. Online. 12 jun. 2024.