
Clément Bardot / Wikimedia CommonsCanis lupus, el antepasado salvaje de los perrosClément Bardot / Wikimedia Commons
¿Los seres humanos atrajeron a los lobos salvajes (Canis lupus), dando así origen a los perros domésticos (Canis familiaris)? ¿O fue al revés, los lobos se autodomesticaron al acercarse a los asentamientos humanos en busca de comida? La segunda hipótesis se ha visto reforzada por modelos estadísticos, examinados por investigadores de las universidades de Wisconsin-La Crosse, de Virginia, de Tennessee y de Valparaíso, todas en Estados Unidos. Teniendo en cuenta variables tales como las tasas de fecundidad y supervivencia, llegaron a la conclusión de que los lobos en parte comenzaron a buscar alimento en los asentamientos humanos hace entre 30.000 y 15.000 años. A medida que fueron acostumbrándose a vivir cerca de la gente, se volvieron menos agresivos. “Cuando las hembras elegían compañero, también buscaban machos que fueran tan mansos como ellas”, sugiere Alex Capaldi, matemático de la Universidad James Madison, de Virginia, y coautor del estudio, al sitio web Live Science. En los últimos 15.000 años, los seres humanos habrían impulsado la selección artificial: eligieron a los lobos más domesticados para utilizarlos como ayuda en la caza y como compañía, e indujeron el cruzamiento de los ejemplares menos salvajes, lo que dio lugar a otra especie, el perro doméstico que, en las primeras sociedades humanas, pastoreaba el ganado (Proceedings of the Royal Society B, 12 de febrero).
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