La violación es uno de los delitos más violentos y abyectos que se conocen. Esta agresión somete a la víctima a un grado de estrés tan elevado que deja marcas psicológicas profundas bastante conocidas y también trae aparejadas transformaciones fisiológicas.
Estos hallazgos recientes son fruto de la tarea desarrollada por un equipo de la Unifesp que combina la atención ambulatoria de niñas y mujeres que han sufrido una violación con investigaciones sobre las transformaciones psíquicas y fisiológicas que ellas vivencian. Más de la mitad desarrollan un tipo aparentemente específico de trastorno de estrés postraumático con características peculiares de la agresión sexual y la impronta de una inflamación leve y duradera, que deja al sistema inmunitario de estas mujeres programado para responder a las agresiones.
Además de intentar entender la naturaleza del trauma, el grupo del Programa de Investigación y Respuesta a la Violencia y al Estrés Postraumático de la Unifesp también estudia formas más eficientes de tratar a las víctimas, tal como lo muestra el artículo estampado en la portada de esta edición. Según lo sugieren los resultados, la mejoría de la calidad del sueño constituye un abordaje importante con miras a disminuir los síntomas del estrés y el padecimiento psíquico. El reportaje complementario muestra la evolución del concepto de violación y sus reflejos en la legislación brasileña.
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En 1973, el año siguiente al del sesquicentenario de la Independencia de Brasil, el historiador Fernando Novais defendía su tesis doctoral en la USP, que luego se convertiría en el clásico libro Portugal e Brasil na crise do antigo sistema colonial (1777-1808). Novais analizó las relaciones económicas y políticas establecidas entre Portugal y su colonia en América del Sur y la crisis de este sistema colonial que derivó en la Independencia. En la entrevista presencial en varias sesiones que le concedió a Fabrício Marques, editor de Política de Pesquisa FAPESP, Novais pone en pauta la propia definición de historia que, a su juicio, aborda todas las esferas de la existencia: “El objeto del discurso del historiador es ilimitado. Es todo el acontecer humano”. Acorde a la definición de ciencia, donde existe un recorte riguroso del objeto y un método adecuado al mismo, él concluye que “la historia ni siquiera podría ser una ciencia”. Esta fascinante entrevista, que forma parte de la cobertura del Bicentenario de la Independencia de Brasil, comienza en la página 26.
Durante la pandemia, publicamos una sección intitulada “La investigación científica durante la cuarentena”. Más allá de la pauta específica de la ciencia en la lucha contra el covid-19, sentimos la necesidad de compartir con nuestros lectores testimonios, relatos en primera persona referentes al desarrollo de las actividades de investigación. Al cerrar esa sección en el centésimo testimonio, para continuar publicando este tipo de contenidos inauguramos una nueva denominada “Itinerarios de investigación”, que se estrena a partir de este número.
El 1º de septiembre hubo un cambio en la coordinación científica de esta revista: ingresa el físico Luiz Nunes de Oliveira y deja la función el filósofo Luiz Henrique Lopes dos Santos (página 14). El profesor LH, como lo llamamos en la redacción, sigue la revista desde 2001, cuando empezó a venderse en los quioscos y salió al aire su primera página web. Más de dos décadas después y en nombre de Pesquisa FAPESP, le agradezco su dedicación, materializada en sus lecturas precisas, y sus orientaciones durante todos estos años.
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