Los físicos Douglas Galvão y Eric Perim, de la Universidade Estadual de Campinas, sostienen que es posible la fabricación de nanorrollos ‒tubos fabricados con láminas de un átomo de espesor enrolladas como los papiros de la Antigüedad‒ con un nuevo tipo de material. Se refieren a los nanorrollos de nitruro de carbono (ChemPhysChem, mayo de 2014). Los primeros nanorrollos se elaboraron de manera controlada en 2004, enrollando láminas de carbono de apenas un átomo de espesor, un material al que se le dio el nombre de grafeno. Este material, que posee gran resistencia a la tracción y es conductor de la electricidad, habitualmente se enrolla para formar tubos con un diámetro fijo, los nanotubos. Al enrollar el grafeno en forma de espiral, se obtiene un tubo con diámetro variable. Galvão y sus colegas demostraron en 2006 que el diámetro de los nanorrollos puede controlarse mediante cargas eléctricas. “Esto posibilitaría su uso como muelle en dispositivos nanomecánicos o válvulas de contención de gases”, explica Perim. En 2009, Galvão y Perim realizaron cálculos por computadora demostrando la posibilidad de producir nanorrollos de nitruro de boro, un material con propiedades similares a las del grafeno. Nuevas simulaciones sugieren la posibilidad de elaboración de nanorrollos de nitruro de carbono. Una de las ventajas de ese material radica en sus poros de tres tamaños diferentes, en los cuales se podrían almacenar partículas de gases.
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