Al buscar ranas arborícolas de la especie Aparasphenodon ararapa en bromeliáceas de la zona de Ilhéus, en Bahía, la bióloga Amanda Lantyer a menudo encontraba la parte superior de la cabeza del anfibio cubriendo el hueco que albergaba huevos o renacuajos en el fondo del pozo central de la planta. La vista de esta foto, con la rana asomándose, es más rara. “Con sumo cuidado, necesitaba sacarlos con una espátula”, comenta. Tras muchas mediciones de los animales, las bromeliáceas y el volumen de agua dentro de estas durante su maestría en la Universidad de Santa Cruz, arribó a la conclusión de que los machos de la especie seleccionan peculiarmente las bromeliáceas en donde pasarán sus vidas: deben tener el diámetro que les permita utilizar sus cabezas para cerrar el paso.
Imagen enviada por Amanda Santiago Lantyer-Silva, actualmente estudiante de doctorado en la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en la localidad de Rio Claro
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