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Química

Para el estudio de las reacciones químicas

Un mapa de las reacciones químicas: los puntos amarillos y rojos (figura) señalan los tejidos del embrión de ratón con mayor producción de H2O2

Letícia Roma/DKFZ Un mapa de las reacciones químicas: los puntos amarillos y rojos (figura) señalan los tejidos del embrión de ratón con mayor producción de H2O2Letícia Roma/DKFZ

Un equipo del Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ) desarrolló una estrategia que permite estudiar la evolución de ciertas reacciones químicas ‒y cuantificar su resultado‒ en tejidos de organismos relativamente grandes. Por el momento, dicha estrategia experimental se ha aplicado en ratones, animales modelo para el estudio de problemas de salud humanos. Anteriormente, sólo era posible seguir el desarrollo de esas reacciones químicas en organismos translúcidos, con pocas capas de tejidos, tales como embriones de peces o moscas de la fruta. El grupo del DKFZ, en el cual participa la brasileña Letícia Roma, creó roedores alterados genéticamente para que produzcan una proteína fosforescente sensible a los niveles de agua oxigenada (H2O2). Estas moléculas son generadas por un orgánulo celular ‒la mitocondria‒ durante la conversión de nutrientes en energía. En pequeñas cantidades, dicha molécula funciona como un comunicador interno; en niveles elevados, provoca daños en la célula e incluso su muerte, y se sospecha que su producción excesiva se encuentra implicada en el envejecimiento de los organismos y en el desarrollo de enfermedades degenerativas. Mediante el empleo de esta estrategia, que incluye la criopreservación del tejido y un recubrimiento químico, los investigadores midieron la producción de H2O2 durante el desarrollo de un tumor y una reacción inflamatoria (Science Signaling, 15 de marzo). Según Roma, el grupo se propone utilizar la técnica para comprobar si las alteraciones en la producción de H2O2 se encuentran ligadas a la diabetes.

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