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Medio ambiente

Para retener los contaminantes que arrastran las lluvias

Crecida del río Alzette, en julio de 2021 en un barrio antiguo de la ciudad de Luxemburgo

Tristan Schmurr / Wikimedia Commons

Con la participación de 11 universidades y empresas de Bélgica, Alemania, Italia, Noruega, Suiza, Túnez, Países Bajos y el Reino Unido, un proyecto llamado StopUP desarrolla soluciones tendientes a evitar que las aguas pluviales arrastren plásticos, insecticidas y otros contaminantes orgánicos o químicos a los ríos, lagos y bahías. Los trabajos, que comenzaron en septiembre de 2022 y está previsto que finalicen en agosto de 2025, ya está mostrando resultados. La ciudad alemana de Aquisgrán [Aachen], está probando un sistema de filtrado a base de arena con una capa inferior de drenaje de grava y juncos plantados en la superficie para reducir la contaminación causada por el vertido de las aguas cloacales en el río Wurm. En la ciudad de Wetteren (Bélgica), un grupo de investigadores está evaluando el uso de millones de conchas extraídas del mar del Norte, que poseen un 70 % de espacio hueco, para almacenar las aguas pluviales que escurren de los techos. “El agua de lluvia puede parecer muy limpia, pero tras barrer las calles y los techos carga consigo polvo, restos de excrementos de animales, microplásticos y otros contaminantes tóxicos”, comenta Luz Herrero, directora de una unidad del Centro Tecnológico Aimen, en España, en una entrevista concedida a la revista Horizon. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el 38 % de las masas de agua superficiales de Europa se ven afectadas por distintas formas de contaminación (Horizon, 9 de octubre; El País, 13 de noviembre de 2023).

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