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Investigación empresarial

Pionera en telefonía

Trópico, la fábrica de las primeras centrales digitales hechas en Brasil, sigue innovando en telecomunicaciones con sus controladores de flujo de transmisiones

Léo Ramos Chaves La central telefónica de conmutación digital (Trópico RA) en el laboratorio de desarrollo y test de calidad del productoLéo Ramos Chaves

El apuntalamiento de las inversiones en investigación y desarrollo y la ampliación de la cartera con la oferta de nuevas soluciones tecnológicas: de esto se trata la estrategia de Trópico Sistemas e Telecomunicações para seguir creciendo. Con sede en Campinas, esta empresa fue creada en 1999 como una spin-off de la Fundação Centro de Pesquisa e Desenvolvimento em Telecomunicações (CPqD), el excentro de investigaciones del antiguo Sistema Telebrás, privatizado un año antes. Trópico nació para desarrollar y fabricar equipos de telecomunicaciones, enfocándose inicialmente en las centrales telefónicas. La compañía fue la primera empresa brasileña en producir centrales digitales en la década de 1980. Años más tarde, lanzó un controlador de llamadas telefónicas de gran porte: Vectura Softswitch, un aparato sustituto de las centrales digitales. Sus sistemas, instalados en compañías telefónicas tales como Vivo, Oi y varias operadoras de pequeño y mediano porte, controlan 1.300 millones de llamadas telefónicas diarias. El 20% de todas las centrales digitales instaladas en Brasil, el equivalente a 9,5 millones de terminales, se fabricaron en Trópico.

Durante los primeros 15 años de operación, Trópico se concentró en el área de telefonía. Pero esa orientación empezó a cambiar a finales de 2014, cuando el control de la compañía cambió de manos y pasó del grupo Promon, accionista mayoritario desde su creación, al CPqD, que era socio minoritario y actualmente es una institución sin fines lucro, orientada al desarrollo de nuevas tecnologías destinadas a los sectores de telecomunicaciones y tecnología de la información. “Con la nueva gestión del CPqD, Trópico se reinventó y expandió su cartera”, comenta el presidente de la empresa, Paulo Cabestré. Sin inversiones consistentes en I&D, su línea de productos se tornó inadecuada y la empresa se achicó.

Su facturación se redujo a 50 millones de reales en 2014, tras haber superado los 200 millones de reales en 2008. “Trópico se percató de que debía volver a invertir en I&D, en nuevos productos y en nuevos mercados. Actualizamos nuestra cartera, cuyo corazón era el Vectura Softswitch, y lanzamos dos soluciones: los sistemas de comunicación de banda ancha inalámbricos 4G y la virtualización de funciones en red, que es una tecnología alineada con la tendencia reciente de utilizar computación en la nube en los servicios de telecomunicaciones”, dice Cabestré. Graduado en ingeniería eléctrica por la Universidad de Campinas (Unicamp), el presidente de la compañía dejó el directorio de Redes Convergentes del CPqD para asumir el mando de Trópico en diciembre de 2014.

Empresa
Trópico
Centro de I&D
Campinas (São Paulo)
Personal
68 empleados
Principales productos
La central telefónica de conmutación digital (Trópico RA) en el laboratorio de desarrollo y test de calidad del producto

Desde entonces, la empresa ha venido invirtiendo el 20% de sus ingresos netos en I&D, totalizando un promedio de 11,4 millones de reales por año. En 2015 y 2016, su facturación fue de alrededor de 60 millones de reales, y se estima que la misma llegará a los 68 millones de reales este año.

La primera de las nuevas soluciones gestadas por Trópico fue una plataforma de virtualización de elementos de red denominada Vectura Virtual Edge. “La virtualización de un elemento o una función de red, como en el caso del módem de acceso a internet de la operadora de televisión por abono, es llevar la ‘inteligencia’ contenida en este aparato a la nube, es decir, a un servidor instalado en la operadora de televisión por abono o en el proveedor de internet”, explica Cabestré. De este modo, las principales actividades inteligentes del módem se trasladan a un software instalado en un ambiente virtual, que controla en forma centralizada en la nube las funciones que antes ejecutaba en la residencia del usuario. En la práctica, aquellas cajitas electrónicas conectadas al cable del televisor no desaparecerán, pero serán menores y más sencillas.

 Léo Ramos Chaves Paulo Cabestré, presidente de Trópico desde 2014 Léo Ramos Chaves

El modelo de virtualización de la terminal del abonado, según el presidente de  Trópico, reduce la cantidad de visitas técnicas para mantenimiento y facilita la introducción de nuevos servicios. “La virtualización de elementos de red es una ruptura tecnológica reciente”, dice Cabestré. Según el presidente, ningún país emplea esta tecnología en forma masiva. En Brasil, Trópico está probando una versión del producto con una operadora de televisión por abono cuyo nombre no puede revelar.

El segundo campo al cual Trópico pasó a apostar es el de los sistemas de comunicación de banda ancha orientados a la internet de las cosas, un concepto reciente, referente a la posibilidad de que dispositivos electrónicos utilizados en el día a día, tales como aparatos electrodomésticos, máquinas agrícolas, equipamientos industriales o medios de transporte, se comuniquen entre sí utilizando redes de comunicación y sensores inalámbricos. “Desarrollamos estaciones radio base compactas y terminales especializadas para redes de cuarta generación (4G), en frecuencias situadas por debajo de 1 gigahercio (GHz), que permiten una cobertura de hasta 50 kilómetros de radio”, comenta Willian Viais, gerente de Tecnología de Trópico. “Estas características hacen que dichas estaciones se adecuen a la realidad brasileña, pues logran cubrir vastas regiones de baja densidad poblacional.”

Desarrollada en colaboración con CPqD, esta solución se destina a atender a los mercados de agronegocios, energía, defensa y seguridad pública. Concesionarias del sector energético, por ejemplo, pueden utilizar este sistema de comunicación de banda ancha para automatizar la acción de sus restauradores, dispositivos instalados en líneas aéreas de transmisión de energía cuya función consiste en protegerlas contra problemas transitorios. Cuando se produce una interrupción de energía por una caída de un árbol en un determinado punto de la línea, por ejemplo, un controlador podrá reconectar selectivamente la red a distancia en tiempo real, aislando el punto de falla, mediante el empleo de la tecnología de comunicación inalámbrica desarrollada por Trópico. No habría necesidad de que una cuadrilla se traslade hasta el lugar para trabajar en la red.

Léo Ramos Chaves Servidores que permiten la virtualización de las tradicionales centrales digitales hacia el modelo de las redes de próxima generaciónLéo Ramos Chaves

La historia de Trópico empezó mucho antes de la constitución de la empresa. En 1973, en el marco de un acuerdo entre la Universidad de São Paulo (USP) y Telebrás, en ese entonces el holding de las operadoras brasileñas de telecomunicaciones, surgió el embrión de una central telefónica digital nacional, proyectada como sustitución de las importaciones de centrales analógicas. En aquella época, ninguna empresa brasileña poseía la tecnología como para fabricar estos aparatos que conectan a los abonados durante una llamada. Tres años después, con la creación del CPqD, el equipo del proyecto se trasladó de la Escuela Politécnica (Poli) de la USP a Campinas.

En 1984, CPqD lanzó la central Trópico R, con capacidad para 10 mil abonados. “Fue un éxito porque daba cuenta de las condiciones específicas de la red brasileña”, recuerda Armando Barbieri, gerente de Marketing de Productos de Trópico. “Trópico R fue proyectada de manera tal que no requiere ventilación forzada para enfriarse, por ejemplo, tolerando así las situaciones extremas de temperatura y humedad del país. Esto la dotó de una gran robustez, con un índice de fallas mucho menor que el de los productos importados”. Con la buena receptividad de Trópico R, CPqD se abocó a un proyecto de una central telefónica con capacidad para 100 mil abonados: Trópico RA. Con una arquitectura de software innovadora, poseía mecanismos que le aseguraban un alto desempeño. “En 1990, ese esfuerzo resultó en la primera central de gran porte desarrollada en Brasil”, destaca Barbieri.

Con la privatización del Sistema Telebrás, en 1998, la inversión de parte de los ingresos de las operadoras en el desarrollo de productos en CPqD dejó de existir. El sostenimiento del proyecto Trópico sólo fue posible gracias a la formación, en 1999, de una nueva empresa dedicada a fabricar, comercializar y continuar la mejora tecnológica de las centrales digitales. Nacía así Trópico Sistemas e Telecomunicações, controlada por Promon (el 60% del capital societario), por el CPqD (el 30%) y por la estadounidense Cisco (un 10%), una de las líderes mundiales en el área de tecnología de la información. “En aquella época, el país carecía de empresas innovadoras en el área de telecomunicaciones. Y Trópico surgió para ocupar ese lugar”, enfatiza Sebastião Sahão Júnior, actual presidente de CPqD.

Léo Ramos Chaves Central de medios en desarrollo en el laboratorio de hardware de TrópicoLéo Ramos Chaves

Evolución tecnológica
A finales de la década de 1990, el sector de telecomunicaciones pasaba por una fuerte transformación, con el surgimiento del concepto de Redes de Próxima Generación (NGN, en inglés), y la voz pasó a transportarse a través de una red de datos basada en IP, el protocolo de internet. La arquitectura de Trópico RA se mostró lo suficientemente flexible como para asimilar la tecnología NGN. La nueva línea de productos recibió el nombre de Vectura. Cinco años después, en 2004, la empresa concretó su primera venta de su controlador de llamadas de gran porte (más de 800 mil usuarios): Vectura Softswitch (VSS). “Esta solución pasó a adoptar la tecnología conocida como voz sobre IP, o VoIP, en reemplazo de las centrales digitales basadas en conmutación de circuitos”, afirma Víctor Valenzuela. Consultor del área de Telecomunicaciones, Valenzuela conoce Trópico de cerca, pues participó en el desarrollo de sus primeras centrales en la década de 1980.

La modernización de la cartera de Trópico y el desarrollo de soluciones tecnológicas se encuentran bajo la responsabilidad de un equipo integrado por 50 investigadores. La empresa cuenta con otros 18 empleados dedicados a la atención y el soporte técnico de los clientes. “Mediante este tipo de atención, se reciben nuevas demandas y se las incorpora a los efectos de perfeccionar los productos”, explica Willian Viais, gerente de Tecnología. Viais destaca a su vez que Trópico cuenta con un grupo de empresas asociadas que actúan en colaboración con su equipo de tecnología en el desarrollo de determinadas partes de productos y soluciones. “Son varios los socios, con relieve para el propio CPqD.”

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