Con base en 51.351 observaciones a simple vista efectuadas por astrónomos aficionados de todo el mundo entre 2011 y 2022, investigadores del Centro Alemán de Investigación Geográfica y del Instituto Geográfico, ambos de Alemania, junto a pares de Estados Unidos, han constatado que la luminosidad artificial en el cielo nocturno ha aumentado a un promedio de un 9,6 % anual durante ese período. Como resultado de ello, cada año se ven menos estrellas en el cielo, opacadas por la iluminación artificial de las viviendas, fachadas de edificios, carteles publicitarios, calles y carreteras. Un comentario en el sitio web Universe Today ha hecho hincapié en que el aumento de la contaminación lumínica también dificulta el trabajo de los astrofísicos, modifica el aspecto del cielo nocturno, que se vuelve más claro y puede llegar a causar un desequilibrio en los animales silvestres al alterar los patrones de apareamiento y las relaciones entre predadores y presas. Un tercio de la humanidad ya no puede divisar nuestra galaxia, la Vía Láctea, incluyendo el 80 % de los habitantes de Estados Unidos y el 60 % de los europeos, según la última versión de un atlas mundial de la contaminación lumínica publicado en 2016 (Universe Today, 29 de junio; Science, 19 de enero; Science Advances, 10 de junio de 2016).
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